La española Ruth Beitia se llevó ayer el oro en la final de salto de altura del Europeo en pista cubierta que se ha celebrado en Goteborg (Suecia), al firmar su marca personal del año (1.99), y obtuvo su primera victoria en su sexta cita continental bajo techo.
No se vio elevarse a la cántabra hasta que el listón se colocó en 1.87. Esa altura supuso la primera criba, provocando los errores de la búlgara Venelina Veneva-Mateeva y la belga Tia Hellebaut.
La sorpresa llegó por parte de la joven italiana Alessia Trost que, con la mejor marca del año (2.00), no superó el 1.96 en las tres ocasiones que lo intentó. No pudo dar una medalla a Italia como hizo la lesionada Antonietta di Martino en el último campeonato. Mientras, Ruth Beitia y la local Ebba Jungmark superaron sin un solo error todas las marcas hasta llegar al 1.99. Para entonces, la medalla estaba asegurada.
Al segundo intento, la española cumplió con todos los rituales. Soltó las piernas e inició su carrera hacia el listón. Se elevó y lo sobrepasó sin rozarlo. Ebba Jungmark no pudo hacerlo. También lo quiso rebasar la otra atleta local, Emma Green Tregaro, con el mismo resultado. Mientras tanto, la cántabra no quiso mirar cuando se decidía si su participación valía un oro, como así fue finalmente.
Con todo decidido, y su marca de la temporada en el bolsillo, intentó hacer subir un peldaño más (2.02), pero no obtuvo resultado. De este modo, la campeona de Europa al aire libre lo es también en sala. Se despide de los europeos con su primera medalla de oro, que se suma a las tres platas y un bronce que luce su palmarés.
Además, el sevillano Kevin López se colgó la plata en la final de los 800 metros, en una carrera que acabó llevándose el polaco Adam Kszczot.
Al pistoletazo de salida le siguió un arranque vertiginoso en el que los españoles intentaron dominar. Tanto Kevin López (1:49.31) como Luis Alberto Marco (1:51.69) alargaron el grupo para situarte en primera posición. Completaron así la primera vuelta sobre el tartán sueco. Entonces, el ritmo se frenó.
Fue el polaco Adam Kszczot (1:48.69) quien sorprendió a sus rivales. El campeón de Europa en pista cubierta repitió el título que cosechó en París 2011. No se despegó Kevin López, aunque si Luis Alberto Marco, que acabó en la última posición pagando en exceso el esfuerzo inicial.
Por detrás del andaluz llegaron el bielorruso Anis Ananenka y el británico Mukhtar Mohammed, que finalmente se llevó el bronce.
Por último, los mediofondistas Arturo Casado (3:39.36) y David Bustos (3:40.14) no pudieron sumar más medallas para la delegación nacional sobre el tartán sueco tras quedar quinto y octavo, respectivamente, en la final de los 1.500 metros. En una de las pruebas más importantes del programa, ambos mantuvieron sus opciones hasta la última vuelta, pero perdieron el ritmo con el grupo de cabeza. El francés Mahiedine Mekhissi-Benabbad logró el oro.
