“Por el estrecho contacto que he tenido con la pintora Angelina Contreras conozco el proceso de su obra: por este conocimiento de causa es por lo que me atrevo a definir su singular pintura como Expresión de nuestro tiempo”. Así hablaba, en 1972, sobre la obra de Angelina Contreras, el genial pintor Juan Barjola (Badajoz, 1919-Madrid, 2004). En la actualidad, la conocida crítica de arte Carmen Pallarés ha subrayado que “La obra de Angelina Contreras es el logro pictórico de un cosmos, la implantación de un orden en el caos”.
La propia Carmen Pallarés es la comisaria de la exposición retrospectiva de Angelina Contreras que se inaugurará el próximo domingo, 8 de junio, a las 12 de la mañana, en la madrileña galería Ra del Rey (calle Reina, 11, en el barrio de Chueca).
“He titulado esta exposición El tacto en la mirada -señala Carmen Pallarés- porque la mano de Angelina Contreras ve certeramente lo que en cada caso tiene que hacer en cuanto a composición, forma y color, porque sus obras poseen el tino de una mirada con destreza práctica, es decir, con tiento en su acción de apreciar, seleccionar, decidir y pintar.
Sus obras parten -añade la comisaria de la exposición- de la táctil dificultad elegida de ser dadas a ver partiendo del arduo soporte del yute o de lino crudo, y en ellos, sin tratamiento previo que se lo facilite, crea su pintura personal, fuerte en su expresión, delicada en su imaginación y equilibrada en su disposición”.
En esta misma línea, Bolaños dijo en su día, refiriéndose a Angelina: “Su pintura tiene ese mundo de los espacios quintaesenciados donde dice tanto el espacio como la figura.
(…) Su paleta es elegante y española, cosa ésta muy importante porque la raíz de su biología no se ha cortado y por ello conserva la autenticidad, unida ésta a una buena dicción, profundo contenido y elevado concepto, la sitúan en el plano de los valores de la joven pintura española.
De todo lo aquí dicho doy fe como pintor y conocedor de su obra”.
“Esta retrospectiva es para mí un regalo inmenso -habla ahora Angelina Contreras – que agradezco a Carmen Pallarés como amiga y como entendida de arte, un reconocimiento en el que casi no me reconozco, a una Angelina Contreras que me cuesta recordar. Lo que sí recuerdo es que trabajaba y trabajaba, sobre todo en la época en que pude montarme un magnífico estudio de pintura en lo que había sido el dormitorio de mi madre, en la calle General Oraá de Madrid. Allí todo me era fácil, la inspiración, la ejecución, la alegría de plasmar lo que llevaba dentro… Ahora que, con la edad, cada cosa que pinto me cuesta un triunfo, ver esta retrospectiva es mirarme en un espejo muy favorecedor”.
El padre de Angelina Contreras, el Marqués de Lozoya, dijo una vez que “(…) En esta vieja España, a la que no siempre ha sido propicia la fortuna, no han faltado nunca artistas que en los ambientes más adversos supieron situar la nota exquisita de su afinada sensibilidad”. Palabras que parecen muy apropiadas para la ocasión.
