Sucedió que hasta entrado en siglo XX no tuvo lugar de residencia fija la Casa de Correos (‘Palacio de Comunicaciones’) en la ciudad. A lo largo de una década se debatió lugar donde ubicarla. Una idea de ‘peso’, avalada entonces por la Cámara de Comercio presidida por Claudio Moreno, fue la del Azoguejo. ¿Lugar? El solar que había ‘dejado’ la iglesia de Santa Columba. Pero se liaron con que aquello era mejor lugar para un hotel –también en proyecto-, y…
Llegado 1909 la Administración del Estado, que había dado plazo para presentar ofertas acerca de ‘dónde se habría de construir el edificio de Correos y Telégrafos’, llegado el día primero de febrero abrió las ‘plicas’ con las ofertas en el Gobierno Civil. Cuatro ‘sobres’ había. El Ayuntamiento ofrece el lugar del Mesón Grande (Plaza Mayor), donde luego se ‘pasó’ al actual teatro y, como alternativa, el solar en la Plaza de los Huertos, en una parte de la zona donde había estado ubicado el Convento de los Premostratenses (Mostenses), derribado en 1894 y llevados sus escombros al Paseo del Salón. Hasta aquí la oferta oficial.
De los particulares llegó la del industrial Felipe Ochoa, riojano afincado en Segovia donde llegó en 1866. Entre las muchas propiedades que tenía, junto con su hermano Pedro, puso en oferta la que poseía en la Plazuela de los Espejos, situada al final de la calle Viejos, donde estuvo el Hospital del mismo nombre, ahora Gobernador Llasera. El precio que fijó el Sr. Ochoa fue de 65.000 pesetas. Por último se vio también la propuesta de Antonio Gimeno, con solar en San Agustín, y por 30.000 pesetas.
La más ventajosa y mejor valorada por su situación- según el comisionado oficial-, fue la de Los Huertos, hoy Plazuela de Andrés Laguna, propiedad del Ayuntamiento. Era solar sin edificar, teniendo como vecinos el Colegio -hoy ‘Domingo de Soto’-, y la sucursal del Banco de España (ahora oficinas del Catastro). El Convento referido, a lo que se ve, no se edificó sobre una parcela pequeña.
Con la decisión del lugar donde se levantaría el edificio el paso más importante estaba dado. Contratos de obra por aquí, decisiones políticas por allá. Total, que llegados al 26 de enero de 1932 se inaugura oficialmente la nueva sede de Correos y Telecomunicaciones en Segovia. Su entrada oficial el nº 5 de la Plazuela de Andrés Laguna; descarga de ‘material’ por la Plazuela de San Facundo, frente por frente a la señorial casa que fue de los Condes de Almena Alta. Lugar donde tuvo su primera casa el Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Segovia.
La ‘casona’ de Correos en la ciudad de Segovia cumplió el pasado domingo, 26 de enero de 2025, sus primeros 93 años. Aquel día de inauguración los jefes, empleados (fuera de servicio) y autoridades, se desplazaron hasta la cercana Plaza de la Rubia. Allí, en el Hotel Casas, les esperaba la comida ‘inaugural’.
Permítanme un par, o tres, de ‘brochazos’ finales para concluir el tema. Para llegar hasta el lugar (sede) al que hicimos referencia, el servicio de Correos en la ciudad tuvo, entre otras, estas ubicaciones: Palacio de Mansilla, en La Trinidad; Plazuela de San Martín (Casa de los Solier), de ésta conocemos que fue su Correo Mayor, siglo XVII, Antonio de Figueredo, y calle de Juan Bravo, junto a la Plazuela del Corpus.
Los primeros mapas con los itinerarios de postas aparecieron publicados en el siglo XVII pero se fue ampliando a lo largo del siglo XVIII. En el mapa de España de Jaillot de 1721 se explica que son ‘exactamente recogidas y observadas todas las rutas de postas de España, basadas en los informes de los Correos Mayores de Madrid’.
En el siglo XVIII se definió como ‘carreras de postas’ a caballo los recorridos que desde Madrid partían llevando correo a La Coruña, Santiago y Barcelona. En todos ellos había presencia segoviana. La posta tercera recorría Guadarrama-El Espinar, de tres leguas; la segunda El Espinar-Villacastín, de dos y media y la de Villacastín-Adanero de cuatro leguas.
Otros temas, otras circunstancias
Traslado de presos.- Sitúo al lector en el año 1978. En la cárcel de Málaga se producen graves desórdenes provocados por los reclusos, con un incendio que destroza prácticamente el edificio. Los presos son trasladados con urgencia a distintas provincias. La de Segovia acoge a sesenta. De tal forma, que de los treinta y cuatro que había en la cárcel de la Carretera de la Maestranza, la población reclusa se eleva a cerca del centenar. El convoy llegó a la ciudad bajo la custodia de un fuerte dispositivo de la Guardia Civil.
Reconocimiento merecido.- Año 1978, día 3 de marzo. Siendo alcalde Maximiliano Fernández García, éste impone la Medalla de Plata de la Ciudad a Ramón Martínez Esteve, director del Gimnasio de ‘San Martín’, el que había fundado su padre Ramón Martínez Bernabeu, en el siglo XIX. La referida distinción fue concedida en sesión de Pleno del Ayuntamiento el 23 de febrero de 1977.
En ese mismo camino hay que dejar constancia de la Medalla al Mérito en el Trabajo, concedida a Martínez Esteve en 1983, así como el homenaje que, por motivo tan destacado, le ofrecieron antiguos alumnos al que fue su profesor en la Academia de Artillería, en febrero del referido año.
La familia Martínez, cuya vinculación con Segovia fue extraordinaria, contó con tres generaciones que dieron notoriedad a la esgrima española. Destacando el hijo de Martínez Esteve, Ramón Martínez Roig, que fue doble subcampeón de España en Florete y Sable, capitán del equipo español en competiciones internacionales y el que en más ocasiones representó a España. A su buen hacer le avalan los más de setenta trofeos conseguidos.
¿Habrá reconocimiento oficial que perpetúe la labor deportiva que el gimnasio segoviano proyectó a toda España a lo largo de tres generaciones, sin olvidar la didáctica que realizó entre los escolares y académica en el estamento militar? A la espera.