Alcanzó el estrellato y el reconocimiento mundial con Intocable, en donde interpretaba a un joven ayudante de un millonario que se encuentra en una silla de ruedas, y ahora regresa con Incompatibles, en la que encarna a un agerrido policía de la brigada criminal de París. Omar Sy (Trappes, Francia, 1978) ya cuenta con un premio César por su actuación en la taquillera cinta de Olivier Nakache y Eric Toledano.
Si la primera era una comedia, pero con ciertos tintes dramáticos, el filme de David Charhon es, básicamente, un enredo. De hecho, el propio Sy afirma que Incompatibles «es una película de acción. Eso quiere decir que te ríes, y que hay mucha actividad».
El actor, cuyos orígenes se sitúan en África, de padre senegalés y madre mauritana, reconoce que, ante todo, se trata de una cinta muy divertida. «Aunque hay escenas de lucha y persecución, y en algunas de esas secuencias hay un momento en que deja de ser divertido porque supone un desafío físico, pero sí, ha sido un trabajo sumamente agradable, muy entretenido de hacer».
El francés reconoce que la interpretación de su papel llegó a ser tan lúdica que parecía que estaba jugando como cuando era niño. «Las secuencias de comedia con Laurent eran francamente apasionadas, nos divertimos mucho. Era como si fuéramos niños con pistolas, con coches para ir a toda pastilla. Me lo he pasado muy bien», reconoce de manera franca.
Aunque parezca mentira, a pesar de su juventud y de su porte, Sy reconoció que una de las escenas que más vergüenza le causó fue en la que tiene que quitarse la ropa. «Pues verás, yo es que soy muy púdico, y me costó muchísimo la escena del desnudo en la película. Me costó muchísimo rodarla, hablé y discutí un montón con el director para no hacerla, y no hubo manera». Además, Omar llegó a confesar que inclusó insistió a Charhon que suprimiera la secuencia, incluso después de haberla rodado. «¡Pero, que es para reírse!, me decía él. Y yo le contestaba: Da igual, tengo hijos, soy padre de familia y hay cosas que no se pueden hacer. Discutimos mucho sobre la moralidad y, al final, tengo que reconocer una cosa y es que se trata de una escena de comedia en la que te ríes mucho. Hay que pasar momentos difíciles para aprender cosas, y eso es algo que he aprendido como actor».
Sy desconoce el mundo policial, solo ha tenido contacto con los agentes en el cine, y admite que espera «que haya policías como los que aparecen en la peli, ¡tiene que haberlos!».
