El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propondrá hoy en su discurso sobre el Estado de la Unión la congelación durante tres años de parte del presupuesto federal norteamericano, según adelantaron ayer altos funcionarios del Gobierno.
Las fuentes, que hablaron bajo la condición del anonimato, aseguraron que el líder demócrata espera recortar el gasto en 250.000 millones de dólares en 10 años y contribuir así a reducir el déficit. La congelación, una vez pasados los tres años, se convertiría en una subida no superior a la inflación.
La medida afectaría a los programas y las entidades federales para las que el Congreso adjudica un presupuesto cada año, y que abarcan desde los parques nacionales hasta la educación.
De la iniciativa quedarían exentos, no obstante, los gastos en Seguridad y Defensa y la ayuda internacional, según explicó un alto funcionario. Tampoco se verían afectados el presupuesto de la Seguridad Social ni los principales programas de sanidad pública, Medicare -asistencia médica para los jubilados- y Medicaid, que presta cobertura sanitaria a los más desfavorecidos.
Estos planes, que se incluirán en la propuesta de presupuesto federal que Obama presentará al Congreso el próximo lunes, requieren la aprobación de ambas cámaras del legislativo.
En total, la propuesta afectaría a programas con un presupuesto total de cerca de 447.000 millones de dólares, en torno a una sexta parte del presupuesto federal, según filtraron los funcionarios.
La iniciativa forma parte de una serie de planes económicos que el inquilino de la Casa Blanca planteará en su discurso de hoy por la noche, el más importante del año legislativo y en el que planteará sus prioridades políticas para los próximos 12 meses.
Entre esas medidas, el propio Obama adelantó ayer una batería de propuestas para beneficiar a la clase media, entre ellas un aumento de las desgravaciones fiscales por hijo y ayudas para las familias trabajadoras que tengan a ancianos a su cargo.
El déficit presupuestario actual de EEUU alcanzó los 1,4 billones de dólares el pasado año fiscal y se calcula que éste concluirá en septiembre con un agujero de 1,5 billones. El presidente ha prometido recortarlo a la mitad en 2013, cuando concluye su mandato.
Menos popular
Obama quiere aprovechar su discurso sobre el Estado de la Unión para retomar la iniciativa tras una serie de reveses vividos en los últimos días y una caída en su popularidad que le ha dejado con índices en torno al 50 por ciento, bajos para un dirigente que acaba de concluir su primer año.
En especial, el demócrata busca dejar atrás el triunfo republicano en las elecciones para el Senado en Massachusetts de la semana pasada, que hizo que los demócratas perdieran la mayoría absoluta en la Cámara alta.
Desde entonces, el dirigente ha indicado que esa derrota se debió a la «frustración y el descontento» de los ciudadanos, entre otras cosas, por la situación económica y aseguró que atenderá esa llamada de atención.
La Casa Blanca ha asegurado que Obama incluirá en su discurso referencias a la reforma sanitaria, que ha quedado en suspenso tras el triunfo republicano, pero que el presidente ha prometido continuar tan pronto como le sea posible. También abordará, entre otros asuntos, la lucha contra el terrorismo, la seguridad en el país y la política exterior.
