Si el Congreso de Estados Unidos no se da prisa en la aprobación de los presupuestos para 2014, un desacuerdo que mantiene a la Administración Pública paralizada, «todo el mundo tendrá problemas». Así de contundente se mostró ayer el presidente del país, Barack Obama, quien remarcó que «cuanto más tiempo va a durar esto, tanto peor será y, además, no tiene sentido».
«El pueblo estadounidense eligió a sus representantes para que le haga la vida más fácil, no más difícil», agregó, para señalar que solo existe una salida al cierre del Gobierno: que los congresistas «voten, pongan fin a esta farsa y detengan el bloqueo ahora mismo».
Asimismo, hizo un llamamiento a los mercados, a los que advirtió de que «esta vez la situación es diferente» a las anteriores paralizaciones del sector público. «En esta ocasión, creo que Wall Street debe preocuparse», añadió.
Tras infructuosa una reunión con los líderes del Congreso en la Casa Blanca para convencerles de la necesidad de aprobar un proyecto de ley para garantizar la financiación de la administración pública, sin condicionamientos políticos, el mandatario se mostró «exasperado» por las continuas trabas desde el bando republicano, a los que advirtió de que no cederá a sus presiones. «Si nos acostumbramos a que un partido pueda chantajear, cualquier presidente que venga después de mí no podrá gobernar eficazmente», insistió.
También se refirió al aumento del techo de deuda, que debe aprobarse antes del próximo día 17, y aseguró que si el país incurre en impagos «todo el mundo tendrá problemas». «Ahora, miles de trabajadores no está recibiendo sus pagas. La peor parte de esto no está ocurriendo por una recesión sin precedentes ni por una crisis financiera. Está ocurriendo por la temeridad de los republicanos con el cierre en Washington», lamentó.
También a este respecto se mostraron previsores desde el Tesoro norteamericano, quien adelantó que si no se aprueba el aumento del techo de deuda antes del plazo establecido, el país y hasta el mundo podrían verse arrastrados a una crisis similar o incluso peor que la de 2008.
Por otro lado, al menos un agente de Policía resultó herido en Washington en el marco de un confuso incidente en el Capitolio, que llevó a un acordonamiento policial de la zona.
Al parecer, el caos podría haberse originado en la Casa Blanca, donde, según las primeras informaciones, una mujer intentó traspasar con su coche una de las entradas de seguridad y, al fracasar, emprendió la huida en su vehículo que acabó a pocos kilómetros, tras una persecución del servicio secreto, en las afueras del Capitolio, donde empezó a disparar contra los uniformados.
