La Junta de Castilla y León avanza en su estrategia de modernización del transporte público con la instalación de 120 marquesinas inteligentes en los municipios del área metropolitana de Burgos, León, Salamanca, Segovia y Valladolid. La iniciativa, financiada con fondos europeos Next Generation y recursos propios del Ejecutivo autonómico, persigue consolidar un sistema de movilidad más moderno, eficiente y conectado.
Estas nuevas infraestructuras contarán con pantallas informativas en tiempo real que ofrecerán datos sobre horarios, frecuencias y posibles incidencias del servicio. Estarán integradas en el Sistema Central de la Junta, lo que permitirá actualizar la información de manera inmediata y mejorar la experiencia de los usuarios en su día a día.
La alimentación mediante paneles solares convierte a estas marquesinas en un modelo de sostenibilidad y autonomía energética, alineado con los objetivos de transición ecológica y digital que promueve la Unión Europea. Además, su diseño pretende garantizar la accesibilidad universal, facilitando el uso por parte de personas mayores o con movilidad reducida.
Con una inversión total de 12,15 millones de euros, el proyecto no solo incluye la instalación de las marquesinas, sino también la creación de nuevas paradas y tótems digitales informativos. Este despliegue permitirá homogeneizar la calidad del servicio entre capitales y municipios del entorno metropolitano, donde miles de personas utilizan cada día el transporte público interurbano.
La Junta subraya que esta actuación contribuye a reforzar la cohesión territorial, asegurando que los ciudadanos de cualquier localidad dispongan del mismo acceso a la información y a los servicios de movilidad, independientemente de su tamaño o ubicación. La digitalización del transporte se plantea así como un instrumento de igualdad y una herramienta para combatir la despoblación, al mejorar las comunicaciones entre el medio urbano y rural.
La provincia contará con 36 paradas inteligentes
Estas nuevas marquesinas, inauguradas con la de La Lastrilla, contarán con una pantalla de tinta electrónica de 32 pulgadas, lectores RFID/NFC compatibles con Buscyl e información fija sobre rutas, sensores de estado y un sistema de alimentación solar con autonomía de más de 15 días sin luz. Las paradas funcionan con energía solar, se autogestionan y están conectadas con el Centro de Control en tiempo real. De esta forma Castilla y León está liderando un modelo de movilidad del siglo XXI sin dejar a nadie atrás.
