El Real Madrid se ha acostumbrado a las remontadas en el presente curso, y ayer firmó otra que le permitió derrotar ‘in extremis’ al Gran Canaria por apenas un punto de margen en la Liga ACB.
El ambiente, más frío de lo que había estado el martes y el jueves durante los partidos de cuartos de final de la Euroliga, motivó que los visitantes aprovechases su mayor frescura física para imponer su ritmo de juego en el arranque.
El principal peligro isleño, el escolta Jaycee Carroll, sufrió una pegajosa defensa de Clay Tucker, novedad en el quinteto inicial, lo que propició que hombres como Jim Moran tomasen el relevo anotador. Gracias a su eficacia, el Gran Canaria terminó el primer cuarto con una renta de 14-20.
En el segundo parcial, los blancos vivieron un momento crítico cuando el adversario llegó a dominar por 11 tantos (29-40). Pese a que la escuadra local se recuperó ligeramente, no pudo evitar irse perdiendo al descanso (35-44).
Tras el intermedio, Sergio Llull asumió la responsabilidad. Cogió el timonel del bloque anfitrión y, poco a poco, fue recortando la desventaja. El de Mahón canalizaba casi todos los esfuerzos ofensivos de su combinado y, de hecho, anotó 10 de sus 19 puntos a lo largo del tercer período.
La entrada de D’or Fischer fortaleció la defensa del Madrid y forzó a los oponentes a realizar tiros incómodos. Así, a falta de los 10 minutos postreros, el Gran Canaria ya solamente ganaba por cinco tantos (52-57).
En el último cuarto, la igualdad llegó gracias a Llull. Se produjo una sucesión de canastas que preveía un final de infarto, y así fue. El balear convirtió una penetración con 16 segundos en el reloj que, a la postre, resultó decisiva. Spencer Nelson pidió una falta al borde de la conclusión, pero sin éxito.
Otro resultado:
Bizkaia Bilbao-Granada 85-68
