La selección española puso ayer rumbo a Miami para emprender la preparación de la Copa Confederaciones, su nueva cita con la Historia. El equipo se concentró en Las Rozas y, después de comer, toda la expedición se subió a un avión con destino a Estados Unidos. La fecha del 16 de junio, con su debut ante Uruguay, está marcada en rojo para los hombres de Vicente del Bosque.
En suelo estadounidense estarán hasta el día 12, fecha en la que partirán desde Nueva York hacia la ciudad brasileña de Recife para afrontar el intento de conquista del único título que falta en su palmarés y que no pudo conseguir hace cuatro años cuando fue eliminada en las semifinales por Estados Unidos. En estos días, los hombres de Vicente del Bosque jugarán dos amistosos, este sábado ante la modesta Haití en Miami, y tres días después, en el estadio neoyorquino de los Yankees ante la República de Irlanda.
«Nadie se ha querido borrar», aseguró con alegría el seleccionador al dar la lista de los 23 convocados. De los campeones del mundo, solo se ha quedado fuera por lesión Xabi Alonso. Al equipo se incorporaron ayer 22 de los 23 seleccionados por el salmantino, y solo faltó el defensa Gerard Piqué, que se reunirá esta noche directamente en Miami.
El primer gran protagonista de la jornada fue Íker Casillas, el capitán, a quien la selección le da la oportunidad que en el Real Madrid le quitó José Mourinho: jugar. El arquero renunció a hacer declaraciones para no echar más leña al fuego sobre la herida abierta con el técnico luso.
Más relajado apareció el delantero del Chelsea Fernando Torres, quien regresa a una convocatoria del combinado nacional justo para afrontar un torneo oficial después de meses alejado de los pensamientos de Del Bosque. «Estoy deseando volver a hacer buenas cosas con la selección», indicó.
«Mi único deseo es volver con la copa. Me perdí las dos últimas convocatorias y siempre sabes que venir está muy caro. No es fácil, hay muchos compañeros que lo están haciendo bien, pero el final de temporada ha sido muy bueno para mi equipo y para mí».
Sobre las declaraciones de Vicente del Bosque en las que el seleccionador indicó que todos los jugadores tenían que ir «entusiasmados», Fernando Torres se mostró de acuerdo. «Hay que trabajar desde el primer día, porque cuando un equipo ya ha ganado no puede perder las ganas y el hambre, y eso no va a faltar», recalcó.
La sorpresa
Otro jugador risueño fue Roberto Soldado, quizá la mayor sorpresa de la lista. «Estar en la selección siempre es muy especial, más aún para jugar un torneo importante como la Copa de las Confederaciones. Estoy muy ilusionado», reconoció.
También quiso mandar muchos «ánimos» a aquellos futbolistas que se han quedado fuera de la convocatoria, aunque recordó que él va a dar «todo» lo que tiene para «aportar mucho al equipo».
Ahora mismo, la mayor preocupación de Del Bosque es uno de sus favoritos, Sergio Busquets, un titular indiscutible para el técnico. El jugador del Barça arrastra molestias en el pubis, una dolencia que ya dejó fuera a Alonso, y realizó trabajo de recuperación en el interior de las instalaciones.
A pesar de todo, el equipo médico es optimista para recuperar al mediocentro catalán para que sea uno de los puntales españoles. Los gestos previos parecen indicar que el equipo mantiene «el ansia competitiva» que reclama Del Bosque. Todo con tal de conquistar una Copa Confederaciones con la que engrandecer aún más la trayectoria de la mejor selección de este siglo.
