La Constitución Española es un todo, y por ello es un encuentro de todos y para todos los ciudadanos, siendo aprobada por la mayoría de los españoles.
No se puede acogerse a una parte de un artículo de la Constitución y rechazar otra parte del mismo. Hacer gala del artículo 2, en el que se declara la indisoluble unidad de la Nación española y en el que se reconoce y garantiza también el derecho a las autonomías de todas las regiones españolas y quedarse sólo con los primero, no es correcto. Aceptar la indisoluble unidad de la Nación española, pero rechazar y estar en contra del estado de las Autonomías como dice VOX, no es aceptar la CE, y todavía menos, si se dice que estos últimos 40 años han sido los mejores de nuestra historia, cuando esto ha sido debido en gran parte a nuestro estado de las Autonomías. Es cierto que son mejorables y por ello será necesario reformar.
Por otro lado preocupa observar, cómo desde VOX no se admite y no se entiende la diversidad y riqueza de España. La Nación española sin duda es indivisible e indisoluble y así seguirá siéndolo, pero apreciando y entendiendo la maravillosa diversidad de las regiones que componen España, sus gentes, su cultura, su territorio, su orografía, su gastronomía, su clima, su diversidad y en algunos caso su lengua. No entender esto, o rechazarlo, es no ver España y a sus gentes, pues es lo que nos hace ser una nación maravillosa y que nos enriquece a todos. Por ello en Galicia, porque VOX no entiende la diversidad, no ha sacado ningún escaño en las elecciones gallegas y no sé debe echar la culpa a los demás del fracaso de uno mismo. En cualquier familia todos somos libres e iguales, pero también somos diferentes, y el no admitir esta circunstancia y ni tan siquiera darse cuenta de ello, es un problema para el propio partido VOX y para quien representa. Su falta de aprecio de otras culturas y de la diversidad de las regiones de España, les hace caer en el mismo nacionalismo que critican.
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(*) Diputado por Segovia.
