Segovia recibió con lluvia y frío a los participantes en la vigésimo cuarta edición de Titirimundi, el pasado viernes, y les despidió ayer en parecidos términos: cielos grises, precipitaciones, bajas temperaturas y espectáculos trasladados a espacios alternativos. No obstante, son muy pocas las representaciones que se han suspendido a lo largo de la semana; el plan B de la organización, con espacios cerrados cercanos y soportales como alternativas, ha salvado, junto a los paraguas, la mayor parte de las funciones.
Ayer, jornada de clausura, un día en el que se habían programado una treintena de espectáculos ya que en Valladolid se celebraba San Pedro Regalado y se esperaba una importante afluencia de público, se pudieron desarrollar, aunque con un ambiente frío y desapacible, las actuaciones de la mañana. A primera hora de la tarde, y vistas las condiciones climatológicas, la organización anunciaba el traslado de las actuaciones al aire libre de la tarde a espacios cerrados.
Así, los franceses Les Zanimos, que debían actuar en el patio de la Casa de Andrés Laguna se trasladaron a San Nicolás, donde ofrecieron dos funciones; mientras la compañía belga Dirque & Fien, prevista en la Plaza Mayor, actuó finalmente en la iglesia de San Juan de los Caballeros. El resto de actuaciones, en patios cubiertos, se desarrollaron con normalidad.
En la jornada de despedida, entre otros espectáculos, la “Escuela de ventrílocuos” de los franceses Point Zero, en el Juan Bravo; y las marionetas chinas de Zhangzhou, en la Sala Caja Segovia, además de la última sesión de Titiricole.
