El centrocampista del Barcelona Cesc Fábregas negó ayer que haya regresado al club catalán con la idea de relevar a Xavi Hernández. «No he venido a retirar a Xavi. Yo he venido aquí a jugar con él, a competir y a ganar con todos mis compañeros», manifestó.
En una entrevista, el de Arenys de Mar insistió en que al mediocentro de Tarrasa «todavía le quedan unos cuantos años», y que lo mismo que dice de Xavi puede extrapolarse a Iniesta o Thiago Alcántara, pues las temporadas son largas y habrá minutos para todos.
«Yo creo que entre todos nos agruparemos bien. Sé que lo haremos. Con la plantilla que hay, lograremos grandes cosas», destacó el nuevo fichaje azulgrana.
Por otro lado, matizó que «los últimos han sido meses de mucha presión», que mentalmente le han agotado mucho, pero que entiende que al Arsenal le haya costado tanto desprenderse de él.
«En parte es culpa mía por haberme ido. Ni en mis mejores sueños me había imaginado que un día jugaría en el primer equipo del Barça. Ni cuando era pequeño, ni jugando con el Arsenal había pensado que viviría un día como el del pasado lunes», remarcó.
Han pasado ocho años desde que dejó el club catalán, aunque no se arrepiente de la decisión que tomó, sobre todo porque la apuesta le acabó saliendo más que bien. «Veía que no tenía oportunidades de llegar al primer equipo y Xavi era muy joven en aquella época. También estaba Andrés y algunos futbolistas del juvenil y el Barça C que iban muy por delante de mí. Me quedaba atrás. Me hizo gracia que un equipo inglés como el Arsenal preguntara por mí, y sobre todo me alucinó que el entrenador del primer equipo, Arsene Wenger, aparcara sus vacaciones para venir a verme. Yo tenía 16 años y jugaba en el cadete y la propuesta deportiva que me hicieron era brutal», relató.
El internacional cree que, para él, «lo más fácil» hubiera sido seguir en Londres, donde era el capitán y jugaba todos los partidos, pero también que era el momento de volver a arriesgar.
«Quizás ahora sería el peor momento para volver al Barça. La titularidad está muy cara. Pero necesitaba un nuevo reto en mi vida. Creía que me había estancado un poco, y necesitaba un cambio de aires, tener una motivación especial para sacar lo mejor de mí».
En su nueva etapa en el equipo tendrá de técnico a Guardiola, «una referencia» para él, del que cree que puede «aprender mucho» y podría formar en la medular con Xavi e Iniesta, «que ahora mismo son una referencia mundial».
Entre todos ellos forman el mejor centro del campo del mundo, aunque el catalán cree que eso aún está por demostrar: «Entendemos el fútbol de la misma manera, pero a la vez somos diferentes. Entre todos tenemos una combinación muy bonita nivel futbolístico fantástica, pero eso lo tendremos que demostrar en el terreno de juego».
En cualquier caso, el de Arenys está convencido, a sus 24 años, de que lo mejor está por llegar. «Soy muy joven y los mejores años de mi carrera están empezando ahora o están por venir. Todavía tengo mucho que aprender y espero madurar en el Barcelona durante muchos años», precisó.
Vestido de nuevo de blaugrana, volverá a llevar el número ‘4’ y seguirá siendo Fábregas, no porque la gente no sepa pronunciar su nombre, sino porque consideró que le trae suerte. «Normalmente me pondría Cesc. Es lo que quería y no es que sea supersticioso. Si me ha ido bien así, debo seguir con el apellido y ganar muchos títulos».
