Habla español con mucha fluidez, un idioma que aprendió durante seis años en el colegio —“bastante bien”, asegura— y que perfeccionó después de conocer, en Londres, a la que ahora es su mujer, la segoviana Josefina García Rubio. Se muestra al tanto de la actualidad segoviana, que confiesa sigue a través de la web de EL ADELANTADO, cuando está en Inglaterra. Para un futuro no muy lejano habla de instalarse definitivamente en la ciudad con su familia, lo que le convertirá en el primer residente de la Aljama segoviana de origen judío.
Era poco más de la una de la tarde y lucía el sol. En la terraza de la Concha, en plena Plaza Mayor, dos hombres comparten una mesa. Uno, inglés, bebe de una copa de verdejo; el otro, español, toma un té. Andrew Colman se revela como gran conocedor de Segovia. A este abogado británico que tiene una vivienda en una calle del antiguo barrio judío de la ciudad, le interesa la historia segoviana, su patrimonio, sus costumbres y, por supuesto, su gastronomía.
Veo que le gustan los vinos de la tierra.
Me gusta el verdejo. Además es un vino que ha mejorado bastante en los últimos años, ahora están saliendo algunos buenísimos. La cerveza nunca me ha gustado, soy más de vinos.
¿Es también partidario de la gastronomía segoviana?
Sí, del cochinillo y la buena comida. Al principio me costó un poco adaptarme porque en Inglaterra la carne se sirve troceada a la mesa, aquí, con el cochinillo, por ejemplo, se ve la anatomía del animal, hay una relación más directa entre lo que se come y el animal vivo. Pero hay que reconocer el gran nivel de la gastronomía en Segovia, no sólo los asados tradicionales, ahora también con platos más elaborados. Villena, por ejemplo, tiene una estrella Michelín.
Pero ¿Cómo fue para que un inglés terminara comprando una casa en Segovia?
Conocí a mi mujer, Josefina García Rubio, segoviana, hace unos quince años, en Londres. La relación siguió adelante y nos casamos hace 13 años en el Ayuntamiento de Segovia. Tenemos dos hijos, Lucas y Óscar, de 9 y 5 años. Al principio nos quedábamos en el piso de la familia de mi mujer pero hace siete años compramos un apartamento en la judería. Tuvimos mucha suerte al encontrarlo. Étnicamente soy judío. Creencias religiosas no tengo pero para mí tiene un sentimiento especial vivir en el antiguo barrio judío. Cuando supe que estaba en proyecto rehabilitarlo pensé que no podían hacerlo sin tener al menos un judío en él. Aunque sí veo gente con rasgos judíos que pasean por Segovia como si fueran descendientes de judíos españoles de hace cinco siglos.
¿Entonces, buscaron una vivienda en la antigua judería?
Fue un poco casualidad pero también me gustaba la idea. Habíamos echado un ojo a la judería pero, cuando tuvimos recursos, acudimos a inmobiliarias. Era Semana Santa y no tuvimos noticias en varios meses. En verano, volvimos a España y cuando abríamos la puerta sonó el teléfono y era la agente de una de las inmobiliarias que nos hablaba de un piso que teníamos que ver porque nos iba a gustar. Fuimos a verlo esa misma tarde y estaba justo donde queríamos y en el estado que queríamos, a tiempo para hacer una rehabilitación a nuestro gusto. Fue perfecto, no sé si casualidad o destino pero apareció así.
¿Cuánto tiempo pasan en él?
Seis o siete veces al año. Los niños en Inglaterra tienen una semana de vacaciones cada trimestre, así que podemos venir en Semana Santa, Navidad, verano, pero también en Titirimundi, por ejemplo. Para mí el entorno de Segovia es mejor que el de Londres para cuando mis hijos sean quinceañeros, hay menos exclusión social. Curiosamente hay más actividades para ellos aquí y más vida social. Por eso estamos pensando mudarnos a Segovia cuando el mayor termine el colegio, en año y medio. Es un cambio bastante importante y un reto para todos, pero los niños se adaptan mejor que los adultos. Mi mujer lleva ya 18 años en Inglaterra y está preparada para volver y yo sé que no voy a ejercer de abogado, un trabajo que disfruto pero que tiene su estrés. Estoy un poco viejo para volver a estudiar pero me gustaría enseñar Segovia a visitantes ingleses, hacer algo relacionado con eso. Creo que hay un hueco todavía en el turismo cultural.
