Cinco jornadas han transcurrido desde que comenzó la Liga en el grupo II de la Segunda División B, y la Segoviana ha cambiado la sonrisa tras los cuatro puntos sumados en los dos primeros encuentros, por una mueca de desagradado tras las últimas tres derrotas consecutivas, en las que la imagen ofrecida por el equipo no fue la mejor posible.
Paco Maroto, técnico azulgrana, pone el énfasis en que estos dos buenos resultados en el arranque liguero “nos pusieron en una situación irreal, y considero que nos perjudicaron más de lo que nos pudieron beneficiar, aunque parezca una paradoja”. La explicación es sencilla, “porque al ganar a la Unión Deportiva Salamanca y empatar con la Ponferradina nos dio la sensación a todos de que esto iba a ser un camino de rosas. Por supuesto que estoy encantado con esos cuatro puntos sumados en esos dos partidos, pero quizá ese arranque nos hizo tener a todos una visión irreal de lo que es esta categoría”.
¿Y qué es lo que realmente es la categoría? Maroto, que afirma haber visto ya a todos los equipos del grupo, lo tiene claro, “es una categoría en la que no te puedes despistar ni un solo momento, en la que la igualdad es máxima, y en la que nunca vas a ganar si no te empleas al cien por cien. El año pasado, si perdías contra el Santa Marta podía ser un escándalo, pero este año puedes perder con cualquiera”. Bien lo sabe la Segoviana, que pasó en tres jornadas del quinto puesto al decimoctavo tras perder tres partidos consecutivos, “y seguro que subiremos varias posiciones en cuanto enlacemos un par de victorias”.
Las primeras dudas en el conjunto gimnástico comienzan por la titularidad de algunos futbolistas, caso de Agustín, que el año pasado no partían desde el once inicial de la Segoviana. Maroto así lo justifica, “Agustín hizo una buena pretemporada, sin lesiones, y pienso que era el mejor para la posición en la que competía con otros compañeros. Que al jugador le sorprenda o no ser titular o suplente no es algo que a mí me incumba, porque entiendo que los futbolistas tienen una visión sesgada de lo que es el equipo, y no creo que haya muchos jugadores que no piensen que se merecen formar parte del once inicial”.
Otro de los nombres propios en el equipo, aunque en este caso por su ausencia de la titularidad, es David Terleira, “un jugador joven, al que no quiero cargar de responsabilidad, porque aún necesita progresar muchísimo, algo que hará porque su actitud y sus condiciones son buenísimas”.
El hecho de que el técnico no quiera cargar de responsabilidad a David Terleira provoca que, al igual que sucediera la pasada campaña, Fran Dorado tenga que hacer las veces de delantero centro, “y estoy seguro de que le gusta más jugar en esa posición que pegado a la banda, y ha jugado buenos partidos en esa posición, como ante el Salamanca”, afirma Maroto.
El repaso a la actualidad de los futbolistas azulgrana es extenso, y continúa por Víctor Pérez, “que ha comenzado a entrenar a buen nivel esta semana”, y con Anel, “que no está para jugar todo el partido, pero sí para ayudar en un momento dado”. Llegados a este punto, el entrenador gimnástico hace toda una declaración de intenciones, “yo no convoco a los 16 jugadores que mejor están, sino que pongo sobre el campo a los once que considero que mejor van a jugar el partido según sus condiciones, y después dispongo para el banquillo a los futbolistas que considero que me pueden dar soluciones a determinadas situaciones del encuentro que pueden producirse”.
Surgen dos nombres más, los de Jesús Alonso y Alex, que se ‘cayeron’ de la alineación para el partido ante el Osasuna B, en lo que pareció un castigo del entrenador por su rendimiento ante la Gimnástica de Torrelavega. Sin querer poner por delante la palabra ‘castigo’, el técnico sí dejó clara su postura, al afirmar que “en ese encuentro no es que los jugadores no hicieran lo que yo les dije, sino que hubo varios que tuvieron un poco de miedo a coger el balón. Aquí hay una plantilla de jugadores capaces de ser titulares en cualquier momento, y que tienen que hacer lo que el equipo demanda de ellos. Esta categoría nos exige mucho a todos, y no me valen los jugadores que sólo cumplen, porque necesito que lo den todo. No quiero jugadores acomodados en esta plantilla, y me la jugaré con futbolistas de menos calidad, pero que me den el cien por cien, antes que con un jugador de más clase, pero que me ofrezca un sesenta”.
Y, para terminar, una de estilo de juego, que parece haber cambiado el fútbol combinativo por el juego en largo buscando la segunda jugada. Maroto reconoce que “estamos un poco miedosos a la hora de sacar el balón jugado desde atrás, pero ya he dicho a los jugadores que no podemos cambiar de idea. La única manera de poder afrontar esta categoría es no renunciar a lo que sabemos hacer. El camino que debemos seguir no es el de llevar los partidos al terreno físico, porque ni tenemos jugadores para ello, ni es mi idea de fútbol. Si ante estos equipos, que son profesionales todos, nos decidimos por llevar los partidos al terreno físico, nos quedaremos sin opciones”.
