Victoria es una vecina del Cristo. Ayer por la mañana salía de una tienda del barrio contando las monedas de la vuelta. Corren tiempos de desconfianza. Después explicaba: “todavía no he entendido mucho lo que está pasando con lo del IVA” pero estaba convencida de que con los impuestos indirectos “nos suben los precios a la gente de a pie, nos afecta más que a los ricos”.
Viuda, y con un hijo en paro en casa, que no cobra ninguna prestación, asegura que, después de pagar alquiler y comer “tenemos para acabar el mes muy muy justos; mi hijo, ni para sus gastos; si faltara mi pensión se vería en la calle”.
Esta mujer mayor comentaba que se había enterado de que en los libros de texto no ha subido el IVA “cuando hemos ido en agosto a comprar los de mi nieto”. Un buen ejemplo de la confusión que todavía reina sobre la modificación aprobada por el Gobierno en pleno mes de agosto, dos semanas antes de su entrada en vigor.
Javier Escorial, que se encontraba en la plaza de José Zorrilla ayer al mediodía, también desconocía que el IVA aplicable a libros o periódicos no ha variado. En cualquier caso, le preocupa especialmente el coste del diésel: “tres o cuatro céntimos más desde el sábado y siete más en una semana”, señalaba. “Trabajo en Madrid, a si que calcula si me afecta; entre el céntimo sanitario, que no es tal, es más, y el IVA, cada vez pagamos más”.
Este segoviano indicaba que el sábado se encontró una gran fila de vehículos en una gasolinera de la capital: “Me pareció un poco absurdo porque el precio del carburante no se sabe hasta primera hora de la mañana y mientras esperas en una cola para repostar, casi gastas lo que puedes ahorrarte”, añadía.
La confusión no sólo ha cundido entre compradores, también muchos comerciantes han estado pendientes hasta el último momento de qué productos iban a estar afectados por la subida d el IVA y cómo. Así lo sostiene el presidente de la asociación Comerzio José Zorrilla, Roberto Manso, quien afirma que, al aprobarse en agosto, ha tenido que informar a los socios “vía correo electrónico y con enlaces a la información que habéis ido publicando los medios de comunicación”.
Para evitar esa desinformación algunos establecimientos han optado por avisar en sus escaparates. Es el caso de la Librería Segovia, donde pueden verse dos carteles informando de que el tipo impositivo no ha variado en los libros, incluyendo los de texto. Sí lo ha hecho el material escolar, salvo casos muy excepcionales como los cuadernos de dibujo. Manso dice que donde más se va a notar es en los cuadernos, que pasan de tener un IVA del 4 por ciento al 21.
Previsores Entre los que han anticipado compras en agosto para evitar el incremento de precios se encuentra Luis Alberto, padre de familia con un niño pequeño. Admite que “hemos hecho una gran compra mensual, especialmente en productos como agua mineral, pañales y potitos”.
Este segoviano trabaja para una de las empresas que ha decidido no repercutir el incremento del IVA en los precios, una cadena de comida rápida. “Veremos a ver cuánto aguanta, de momento este fin de semana no se ha notado un cambio en el consumo”, recalcaba.
Por su parte, Patricia trabaja en una tienda de Cadena Q, otra firma que ha decidido no repercutirlo en los precios. Así figura como reclamo en la puerta del establecimiento. En cualquier caso, esta trabajadora del sector del comercio admite que se trata de un tipo de negocio excepcional, con precios muy competitivos y dirigido a las familias con niños pequeños. Por eso, dice, no ha perdido clientela, incluso ha ganado en Segovia, “aunque depende mucho de factores como la climatología y en lugar de comprar tres productos, ahora compren dos o uno”.
Héctor, estudiante, es de los que se lo ha estudiado. Advierte de operaciones de marketing en quienes dicen que no van subir los precios, “cuando los han subido ya o lo harán poco a poco” y mantiene que el Gobierno “ha hecho lo que le manda Bruselas” pero no dicen que “el IVA general en Francia es del 19,6% pero el salario base de los franceses de 1.428 euros; que en Holanda tienen un IVA del 19% y el salario base es de 1.446 euros, y ahora en España, IVA al 21 por ciento con un salario base de 748 euros, la mitad del de nuestros vecinos de arriba”.
