Todo divorcio merece al menos una explicación por parte de quien plantea la ruptura de la pareja. El concejal Javier Giráldez ha roto con la alcaldesa, Clara Luquero, haciendo uso de la excusa más típica cuando el amor se evapora: “No eres tú, soy yo”. La separación puede justificarse: “La culpa no es tuya, que eres un ser maravilloso. La culpa es mía, porque estoy confundido, no lo tengo claro, quizá ya no siento lo mismo, y necesito ser libre y tomar otro rumbo. Pero no quiero hacerte daño. Siempre hablaré bien de tí”. Palabras que bien podría decir Giráldez, aunque, en el fondo, puedan proceder del desencanto, de la reivindicación del amor propio, al sentirse no querido lo suficiente.
Conocida su inminente marcha del Ayuntamiento, en el próximo pleno, ahora previsto para principios de abril, Giráldez se deshizo ayer en elogios al hablar de Luquero, que le escuchaba, atenta, a su lado. El empresario lo hizo en la visita a las obras del edificio del CAT. “Quiero expresar mi admiración por Clara Luquero, es una mujer de grandes valores”, exclamó Giráldez, a preguntas de los periodistas, después de que EL ADELANTADO desvelase la decisión del empresario de renunciar al acta de concejal, antes de agotar el mandato municipal.
El que fuera alcalde de Torrecaballeros admitió que ha decidido marcharse “en gran medida” tras conocer que Luquero no cuenta con él para su próxima candidatura. Pese a ello, Giráldez no dijo nada malo de Luquero, porque, según quiso recalcar, la ruptura era una decisión suya, aunque fuera tras conocer que ya no le quería, en este caso, en la próxima candidatura del PSOE.
Ciertamente, cuando el amor desfallece, aunque permanezca la admiración, toca reaccionar. Tras conocer que se caía de la lista electoral, Giráldez puso sobre la mesa el divorcio para sentirse, otra vez, libre, sin ataduras, y poder trazar su futuro; en este caso, contemplar, con tiempo suficiente, la posibilidad de concurrir, como independiente, a los comicios de mayo. “Ella ha tenido la valentía de decirlo con antelación [los nombres de quienes se caen de la lista] para que podamos replantearnos nuestra vida”, afirmó Giráldez, que dice tener aún “aspiraciones políticas”.
Y como después del amor siempre queda el cariño, el empresario prometió ayer ser “fiel”, literalmente, a la alcaldesa hasta el pleno en el que se formalice, oficialmente, la renuncia al acta de concejal. “Hasta ese pleno soy concejal del PSOE, fiel a la alcaldesa, y trabajaré hasta el último día (…) pero, por ética, debo separarme”, recalcó.
Giráldez confirmó que el lunes por la tarde, en la reunión del equipo de Gobierno, comunicó a la alcaldesa, en presencia de la mayoría de los concejales, que en el próximo pleno iba a renunciar al acta de concejal. En su cartera, Giráldez llevaba la carta de dimisión, que, aceptada por Luquero, el empresario entregará en la próxima reunión de la junta de Portavoces para su inclusión en el orden del día de la sesión plenaria.
Proyecto vital
Luquero quiso quitar hierro a la ruptura y también tiró del zurrón de las alabanzas. Agradeció al empresario el trabajo realizado y afirmó que el hecho de permanecer al frente de la Concejalía hasta el pleno de su renuncia “siempre es positivo”.“No es lo que hubiese soñado. Me hubiese gustado más que hubiese seguido hasta el final de la legislatura, pero él está en su derecho porque tiene su proyecto vital”.
Lo que se resistió a admitir la alcaldesa es el presunto daño que le podía originar la decisión de su concejal de Empleo. Porque el divorcio tiene consecuencias, algunas inmediatas, y otras, ahora imposibles de calibrar, en las urnas. Las inminentes se refieren a la necesidad de aplazar el pleno de marzo. A este respecto, indicó que el pleno previsto para el 31 de marzo, el que deberá aceptar la renuncia de Giráldez, se aplazará unos días; en la idea de concentrar en esta sesión “los asuntos pendientes de mayor calado”. La dimisión del concejal de Empleo se incluirá en el último punto del orden del día de la sesión, de tal manera que el empresario podrá votar junto con sus compañeros del PSOE todos los asuntos. Será a principios de abril. El siguiente, con temas de puro trámite, sería el último de la legislatura, en el que los socialistas quedarán en franca minoría, con 10 ediles. Y es que el Grupo Socialista no piensa tramitar ante la Junta Electoral Central la sustitución de Giráldez. Luquero apuntó ayer que, a su juicio, no hay tiempo suficiente para tramitar el acceso al acta de concejal del siguiente nombre de la lista del PSOE, el médico Ángel Berbel. “La Junta Electoral Central, inmersa ahora en el proceso electoral en Andalucía, tarda en preparar la documentación, creo que no daría tiempo, lo mejor es posponer un poco el siguiente pleno [en el que aún estará Giráldez]”, afirmó Luquero.
Parece claro, por lo tanto, que la ruptura por parte de Giráldez tiene consecuencias. “No es lo que yo hubiera soñado, me hubiese gustado que todo el mundo siguiese”, confesó.
¿Por qué ha prescindido del empresario?. Giráldez, que se afilió al PSOE tras acceder al Ayuntamiento en la candidatura de Pedro Arahuetes, meditaba presentar su renuncia al acta de concejal tras conocer, hace justo una semana, la decisión de Luquero, con la que, no obstante, mantenía discrepancias sobre la gestión interna del equipo de Gobierno desde el pasado mes de noviembre cuando le propuso diversos ‘cambios’ que no aceptó la regidora.
Tras un fin de semana en el que el que fuera alcalde de Torrecaballeros sopesó su decisión aprovechando un viaje a Lisboa, y tras reunirse, el lunes, con alguno de sus ‘colaboradores’, acudió a la reunión del Gobierno municipal con la firme intención de presentar su renuncia a Luquero, salvo que se produjera un acuerdo que garantizase su continuidad en la candidatura, algo que no se produjo.
Luquero recordó ayer que su actual equipo de Gobierno es herencia de Pedro Arahuetes y ahora que podía hacer un equipo “a mi medida”. “Me podré equivocar o no, pero creo que será el idóneo para la estrategia de futuro de la ciudad y para impulsar determinadas áreas de Gobierno que me parecen claves”. También justificó su forma de proceder para comunicar a los concejales, caso de Giráldez, que causarán baja en la lista electoral.
Luquero señaló que, a su juicio, había sido respetuosa. “No he querido decírselo en el último minuto, son seres humanos, no cromos que se intercambian (…) se han dejado la piel trabajando por esta ciudad y aunque yo ahora busque otros perfiles, se merecen todo el respeto y agradecimiento”.