Puestos a disponer de todo un año por delante, vamos a ver si somos capaces de llegar al final de 2023, mirar atrás e, independientemente de si se han alcanzado los objetivos o no, porque no todo depende de nosotros, poder decir “lo he dado todo”, en lugar de “yo podía haber hecho…”. O, lo que es lo mismo, diferenciar a los que a final de año logren menos de lo esperado, de aquellos que consigan alcanzar sus objetivos o, incluso, superar sus expectativas.
La Gimnástica Segoviana, de momento, está bastante más cerca de alcanzar sus objetivos inicialmente esperados porque está superando las expectativas. Y eso, seguro, tiene que ver con el compromiso, el esfuerzo, la confianza y la mentalidad adecuada. Y el entrenador de la casa que, como ya he mencionado en distintas ocasiones, es una figura que a mí me gusta mucho.
Seguro que, en lo que lleva de camino, el equipo habrá encontrado obstáculos, y los que le quedan por encontrarse, pero eso indica que el camino es el correcto. De hecho, cuanto más difíciles de superar sean estos obstáculos, mucho mejor; porque eso indicará que el objetivo es más exigente. Y eso está bien porque te hará cada vez mejor. No el mejor, sino mejor, que es distinto.
Esto del compromiso, la confianza, el esfuerzo y, sobre todo, la mentalidad de crecimiento sirve tanto para la Gimnástica y el Balonmano Nava, que tendrá que llegar preparado a los momentos clave de la temporada, como para el equipo menos conocido de la provincia, que sus objetivos tendrá. Como en cierta ocasión le dijo Carolina Marín a mi hijo: “No hay secreto, Guille”. No lo hay, no.
