Las mujeres periodistas que desarrollan su trabajo en zonas de conflicto como enviadas especiales o «freelance» consideran «excesivo e injustificado» el excesivo proteccionismo con el que los medios de comunicación tratan su labor a la hora de enviarlas a lugares potencialmente peligrosos por su condición femenina.
Esta fue una de las conclusiones más destacadas de las mesas redondas celebradas ayer en las III Jornadas de Periodismo en lo Global, que centraron el debate en la labor de las periodistas que trabajan como enviadas especiales o corresponsales, organizadas por la Asociación de la Prensa de Segovia (APS) en el marco de la entrega del XXVI Premio «Cirilo Rodríguez», que tendrá lugar mañana en el Parador de Turismo de Segovia.
Las periodistas Olga Rodríguez, Mayte Carrasco y María Dolores Massana diseccionaron en la mesa redonda «Mujeres en sitios de guerra» el trabajo de las periodistas en zonas de conflicto, cada una de ellas desde su experiencia como profesionales en zonas como Irak, Afganistán o Georgia.
Olga Rodríguez, periodista que colabora en la Cadena Ser y en Cuatro y especializada en Oriente Medio, aseguró en su intervención que en los países islámicos «las fuentes de información siempre son masculinas, y si una mujer es entrevistada por un hombre, siempre va a estar vigilada por su padre, su hermano o su marido, mientras que en el caso de las mujeres esta precaución no es necesaria y les permite abrirse más hacia la comunicación».
De este modo, Rodríguez -autora del libro «El hombre mojado no teme la lluvia» en el que narra el testimonio de víctimas de conflictos armados- aseguró que las mujeres reporteras «nos encontramos con muchas dificultades por el machismo imperante en las sociedades islamistas, pero a veces somos consideradas como el «tercer sexo» que nos permite determinadas cosas porque somos occidentales y nos dejan trabajar con cierta libertad»
Pese a ello, indicó que las principales dificultades «las encontramos en nuestra propia casa, por el paternalismo y el proteccionismo de los propios medios y los propios profesionales, y lamentó que los responsables de los servicios informativos opten por compañeros masculinos a la hora de cubrir acontecimientos en zonas de riesgo.
Como ejemplo, indicó que «a las redacciones no han llegado nunca chalecos antibalas para mujeres y yo les he pedido, y por ello no puedo usar esta protección porque los que hay están diseñados para hombres y su estructura hace que las balas puedan entrar por cualquier sitio».
Mayte Carrasco, que ha desarrollado su labor profesional en Tele Cinco y ahora trabaja como «freelance» manifestó que en zonas de guerra «los hombres no tienen que demostrar su profesionalidad y tienen derecho al acceso a la información, pero las mujeres nos tenemos que ganar ese derecho y te ponen obstáculos que tienes que superar»
Además, en estos casos, los compañeros «te tratan como si fueras vulnerable, cuando las periodistas que vamos allí no somos niñas frágiles, sino profesionales que no tenemos necesidad de ganarnos la información por nuestra condicion de mujer y es un caso dificil de solucionar».
Por su parte, María Dolores Massana, presidenta de la sección española de Reporteros Sin Fronteras valoró el trabajo de las mujeres periodistas en el extranjero, y aseguró que las corresponsales femeninas «tenemos tendencia a hacer un periodismo más comprometido y somos menos dramáticas a la hora de explicar las experiencias».
Perspectiva de género
En la segunda de las mesas redondas, dedicada a la presencia de las mujeres como sujetos activos de la información, Montserrat Boix, creadora de la plataforma «Mujeres en Red» y Gloria López, directora de la agencia Ameco Press defendieron la necesidad de dotar al periodismo «de una perspectiva de género capaz de hacer visible el modo de pensar de las mujeres, que no en vano son el 50 por ciento de la población mundial».
Montserrat Boix ha asegurado que las nuevas tecnologías de la comunicación «hacen posible que las mujeres tengan su propia voz, sobre todo en lugares donde no se les permite hacerla pública» y ha defendido el actual marco de igualdad de género establecido por la ley en España como «garante de la libertad».
Por su parte, Gloria López ha manifestado que el papel de la mujer en los medios de comunicación «forma parte de un proceso de cambio social que estamos abordando y que pretende garantizar la plena igualdad entre hombres y mujeres».
Periodismo y literatura
El ya tradicional debate entre Periodismo y Literatura a la hora de abordar el tratamiento de una noticia por parte de los profesionales de la comunicación fue ayer objeto de la sesión vespertina de las jornadas, donde el ex-corresponsal del diario «El País» en Argelia, Ferrán Sales y el director de elpais.com, Guillermo Altares escenificaron ante el público asistente al debate las posiciones antagónicas que enfrentan a la creatividad del periodista frente al cumplimiento expreso de las normas y el respeto al estilo del medio.
En el bando de la creatividad, Ferrán Sales aseguró que actualmente el periodismo «está lleno de normas formales y éticas que balizan el trabajo de los periodistas que no permiten el desarrollo de la creación». Por su parte, Guillermo Altares ha asegurado que el periodismo «está sometido a la regla de la eficacia narrativa que, nos guste o no, tiene que cumplir para llegar a todos los públicos»; y ha señalado que periodistas como Manuel Leguineche «han escrito crónicas y libros de gran nivel literario sin renunciar a las normas estilísticas de la profesión».
La primera jornada de este evento organizado por la APS concluyó con la presentación del libro «Seguiremos Informando», en el que se recoge el testimonio de los 25 periodistas galardonados con el premio «Cirilo Rodríguez» a lo largo de su historia, coordinado por el periodista Aurelio Martín.
