El Parlamento israelí (Kneset) rechazó ayer cinco mociones de censura presentadas contra el Gobierno del primer ministro, el derechista Benjamin Netanyahu, por la crisis provocada por el asalto a la Flotilla de Hamas.
La principal de las mociones, que fueron planteadas en cadena, la defendió la líder de la oposición y dirigente del partido centrista Kadima, Tzipi Livni, pero fue rechazada por 59 de los diputados presentes, en tanto que 25 la apoyaron y nueve se abstuvieron.
Los otros cuatro partidos que igualmente censuraron al Ejecutivo fueron la coalición de partidos árabes Ram-Taal (Lista Árabe Unida-Movimiento árabe para la renovación), el partido comunista Hadash, de mayoría árabe, el bloque pacifista Meretz y la formación también árabe Balad (Pacto Nacional Democrático).
Poco antes de la votación en la Cámara, que sucedió a un acalorado debate, Livni argumentó al defender su moción: «Tenemos fe completa en el Estado de Israel, en sus valores y en sus ciudadanos, pero el actual Gobierno no representa a Israel». La política acusó al Ejecutivo de Netanyahu de llevar al país a un aislamiento internacional sin precedentes.
«Lo que ocurre no es algo temporal. Se trata de un proceso continuo que está aislando a Israel del resto del mundo», aseguró la jefa de la oposición, que consideró que «las actuales dificultades quizá supongan el momento más difícil de nuestra historia».
Livni advirtió de que «el Gobierno debe entender que hay que elegir entre un Estado palestino de acuerdo a nuestra condiciones, o un Hamastan (en alusión al movimiento islamista Hamas, que gobierna en la franja de Gaza), que será el resultado de nuestro fracaso e inoperancia».
Las cinco mociones fueron presentadas después de que el asalto por el Ejército de Israel a los siete barcos de esa flotilla internacional -que pretendía romper el bloqueo hebreo y llevar ayuda humanitaria a Gaza- causara la muerte de nueve activistas turcos en el único navío en que encontró resistencia.
La matanza ha provocado desde la semana pasada una masiva oleada de protestas en la comunidad internacional, y la ONU ha solicitado que la intervención militar hebrea sea investigada por una comisión internacional, a lo que el domingo se negó el Gobierno que preside Netanyahu.
Tras conocer a primera hora de la tarde la iniciativa de Livni, Netanyahu criticó a la líder opositora, a quien reclamó «contención y responsabilidad», para a continuación subrayar que «la próxima flotilla se vislumbra en el horizonte y lo que ahora necesitamos es plena confianza en el Gobierno».
Netanyahu recordó que cuando se produjo la ofensiva militar israelí de hace mas de un año en Gaza -que segó la vida de 1.400 palestinos y también fue muy criticada por la comunidad internacional- él estaba en la oposición y no presentó una moción de censura contra el Gabinete del entonces primer ministro Ehud Olmert, del partido Kadima, el mismo de Livni. Ésta, que era ministra en aquel momento, justificó su moción de censura con el argumento de que el Gobierno de Netanyahu «intenta evadir su responsabilidad y dirigir las críticas (por el asalto a los barcos de la flotilla) hacia el estamento militar».
Precisamente ayer se conoció que Manuel Tapial y Laura Arau, los activistas españoles de la ONG Cultura y Pau que participaban en la Flotilla de Hamas, denunciarán a Israel en la Audiencia Nacional por el asalto que acabó con la muerte de nueve personas y decenas de heridos. Así lo adelantó ayer Tapial, que considera que el ataque a los barcos que transportaban ayuda humanitaria a Gaza «no puede salir gratis».
De vuelta a la franja, cuatro milicianos palestinos resultaron muertos y uno desaparecido ayer en un ataque de la Marina israelí en la costa de Gaza, según informaron fuentes médicas. Cuatro cadáveres fueron trasladados al hospital de Al Aqsa, en la localidad de Deir Al Balah, mientras que un quinto miliciano continúa sin ser localizado y los equipos de rescate le están buscando en el mar.
Los cinco iban vestidos con trajes de buceo cuando una fuerza naval hebrea abrió fuego contra la lancha en la que viajaban en la zona de Nuseirat, en el centro de la franja. La brigada de los mártires de Al Aqsa, brazo armado de Al Fatah, dijo que los fallecidos son milicianos suyos que fueron atacados mientras «realizaban una sesión de entrenamiento».
El Ejército israelí, por su parte, difundió un comunicado en el que asegura que ha «frustrado un ataque terrorista». «Esta mañana, una fuerza de la Marina identificó un escuadrón de terroristas que vestían trajes de buceo y se dirigían a ejecutar un ataque terrorista. La fuerza disparó e hizo blanco en los terroristas», explicaba un comunicado castrense, que añade que «no hubo bajas entre las Fuerzas de Defensa de Israel».
