Madrid fue ayer rojiblanca por unas horas, apenas una semana antes de que la capital de España se divida entre ‘colchoneros’ y ‘merengues’ de cara a la final de la Champions que se jugará el próximo sábado en Lisboa. Sin embargo, antes de que llegue la cita continental, las calles de la ciudad del Manzanares se llenaron de aficionados atléticos que acompañaron a su equipo en la celebración del título de Liga conseguido 24 horas antes frente al Barcelona en la última jornada del campeonato.
Aunque el club anunció que los campeones no llegarían a Neptuno hasta las 20,30 horas, la hinchada rojiblanca se concentró mucho antes, tanto alrededor de la mítica fuente madrileña, como en los aledaños del Vicente Calderón, desde donde partió el autobús que sirvió a la plantilla ‘colchonera’ a recorrer la distancia entres su estadio y su legendario lugar de celebración a los pies del dios de los mares. De hecho, fue tal la aglomeración de gente junto al coliseo rojiblanco que la Policía tuvo que hacer un pasillo para que los jugadores accedieran al Calderón.
Y si había una multitud en la avenida del Manzanares, aún más aficionados esperaban al equipo en Neptuno. Al grito de ‘Campeones, campeones’, los ganadores llegaron a la fuente aclamada por una hinchada que ovacionó a sus hombres y que, incluso, impidió escuchar el himno ‘colchonero’ por megafonía. No importó, puesto que los seguidores del ‘Atleti’ lo entonaron a ‘capella’, poco antes de señalar claramente al gran ídolo y, para ellos, clave en el campeonato liguero: el entrenador Diego Pablo Simeone. El argentino fue, sin duda, el más aclamado por la hinchada rojiblanca. El ya mítico ‘ole, ole ole, Cholo Simeone’ resonó por la plaza una y otra vez, mientras los campeones subían al escenario especialmente dispuesto para la ocasión. También hubo un cariñoso recuerdo para una leyenda del club como Luis Aragonés, fallecido recientemente.
La locura se desató cuando el capitán ‘colchonero’, Gabi, se encaramó a la estatua de Neptuno para colocar al cuello del dios mitológico la bandera del Atlético.
«Somos un grupo único y fuerte. No es solo una Liga, muchachos. Es algo mucho más importante. Si se cree y se trabaja, se puede. ¡Arriba todos!», aseguró Simeone, micro en mano, ante una afición que solo piensa en volver en apenas una semana para celebrar la victoria en la final de la Champions. Un deseo compartido también por los jugadores rojiblancos que se conjuran para repetir la celebración junto a su hinchada tras vencer al Real Madrid en Lisboa. Pero, por si eso no llega, ayer, los ‘colchoneros’ disfrutaron de la fiesta, merecida, por su décima Liga.
