El Viveros Herol Nava dio otro paso de gigante para conseguir el ascenso a la Liga Asobal con su victoria por 28-34 en la cancha del Hiros Caserío Ciudad Real, apoyado en las intervenciones de Patotski en la portería, y en el acierto anotador de jugadores que esta temporada no estaban siendo demasiado decisivos en los encuentros como Andrés Vila o Darío Ajo.
No rehuyó el Balonmano Nava el ritmo alto que le propuso de inicio el Caserío Ciudad Real, con un Ángel Pérez de Inestrosa que movió perfectamente a su equipo. Pero bastó con que Patotski pusiera orden bajo los palos, y que Prokop asumiera con acierto responsabilidades ofensivas para que los visitantes cogieran el mando en el marcador, con distancias de tres goles superando a una defensa local muy versátil que favoreció algunos contragolpes.
En cuanto llegó la diferencia, Nava empezó a jugar con los ritmos de partido, sin renunciar a la primera oleada, pero invirtiendo muchos segundos cuando Ciudad Real asentaba su esquema defensivo. Y la defensa segoviana tenía muy claro lo que debía hacer, frenando los ataques locales con Patotski haciendo ocho paradas en quince minutos, once en veinte…
Con el bielorruso en ‘modo pared’ el Viveros Herol vivió mucho más tranquilo, y aunque los ataques no fueron brillantes hasta el exceso, el equipo supo encontrar a Andrés Vila en el extremo. El gallego cuajó su mejor partido con la camiseta navera y fue el autor de varios goles consecutivos que elevaron la renta del Balonmano Nava hasta el 8-15 a ocho minutos para el descanso y obligaron al técnico local, Santi Urdiales, a pedir tiempo muerto para reconducir la situación.

UN DESCANSO TRANQUILO

No le mejoraron demasiado las cosas al conjunto de casa, porque Nava siguió trabajando muy bien en defensa, alcanzando una máxima renta de ocho goles (9-17) que poco a poco se fue reduciendo pero no de manera suficiente como para que al descanso no se llegara con el encuentro totalmente controlado por los segovianos (12-19).
No por esperada la reacción local tras el descanso fue menos virulenta. Con una defensa muy abierta, y aprovechando que Senovilla había dado descanso a Smetanka y a Prokop, el Caserío Ciudad Real no tardó demasiado en reducir las diferencias. Con Carlos Villagrán y Roberto Pérez sobre la pista el Balonmano Nava ganaba en continuidad en las acciones, pero perdía en el uno para uno que la defensa ciudadrealeña obligaba a afrontar una y otra vez.
Así, lo que en un principio parecía una tímida reacción local se fue convirtiendo en un asalto en toda regla al fortín del Viveros Herol, que no encontraba demasiadas soluciones ofensivas, y que defensivamente no terminaba de armarse ante el ataque rápido de un oponente que en ocho minutos pasó del 12-19 al 19-22, en uno de esos parciales favorables de los que Álvaro Senovilla comentaba en la previa que tanto daño podían hacer al conjunto que con tan buen criterio entrena.

ACLARANDO IDEAS

El tiempo muerto del técnico del Viveros Herol recompuso las ideas del equipo. La clave pasaba por aprovechar la defensa abierta para hacer llegar la bola hacia la posición de un Darío Ajo que sabe moverse a la perfección en la línea de los seis metros, o aprovechar el buen momento en el lanzamiento de Andrés Vila. Además, la entrada en la pista de Prokop y Smetanka volvió a dotar al Balonmano Nava de más amenaza en ataque.

Senovilla: “Hemos tenido el inicio de partido que necesitábamos para poder ganar en esta pista tan difícil. Ya tenemos el objetivo muy cerca”

Pero para que el conjunto segoviano pudiera aguantar la embestida de su oponente no bastaba solamente el ataque. La defensa tenía que volver a elevar el nivel, y a ello se puso el 6:0 visitante. El Caserío Ciudad Real llegó a situarse a dos goles de distancia, pero su remontada llegó hasta el 21-23 porque Patotski volvió a crecerse en la portería con la ayuda de sus compañeros, que con las ideas ofensivas mucho más claras supieron mantenerse en los tres/cuatro goles de renta, obligando a su oponente a mantener un ritmo tan alto buscando reducir las distancias que en la recta final del encuentro a los jugadores de Santi Urdiales se les empezó a notar la falta de aire.

RECTA FINAL DE FIESTA

Tanto fue así que a menos de siete minutos para el final un gol de Darío Ajo ponía la diferencia en nueve goles a favor del Viveros Herol, que pudo respirar aliviado en los compases postreros del choque a pesar de que Ciudad Real, como es marca de la casa, no quiso bajar los brazos en ningún momento. De esta manera llegó la victoria para el equipo segoviano, que mantiene los tres puntos de ventaja con respecto a Trops Málaga, tercero en la tabla y rival del Balonmano Nava el próximo sábado. Si el triunfo cae del lado segoviano, Nava de la Asunción festejará el ascenso a la Liga Asobal.