El español Rafa Nadal se desquitó con el croata Antonio Veic, número 227 del mundo, uno de los cinco jugadores procedentes de la fase previa que sobrevivían hasta ayer en Roland Garros, al derrotarle por 6-1, 6-3 y 6-0 y avanzar a los octavos de final.
Tras sufrir ante el estadounidense John Isner y dudar contra el español Pablo Andújar, el balear necesitaba una victoria fácil y más rápida para recuperar sus buenas sensaciones. El número uno del mundo se enfrentará ahora contra el croata Ivan Ljubicic, que apeó a Fernando Verdasco.
Veic escribió su momento al derrotar en dieciseisavos al ruso Nikolay Davydenko en cinco sets, la mejor victoria de su carrera, pero ante Nadal se limitó a incomodarle en la segunda manga, y a pelear sin suerte en los demás.
Un gesto, haciéndose el ‘harakiri’ con el mango de su raqueta, definió la impotencia del balcánico en la pista Philippe Chatrier, que no obstante verá recompensado su paso por París con la ascensión al puesto 178 del mundo.
Con la vigésima victoria sobre tierra esta temporada, Nadal, campeón en Barcelona y Montecarlo, se dedicó a descansar antes de ver la final de la Champions, una de sus prioridades en esta jornada.
Al concluir el duelo, el mallorquín señaló, algo más satisfecho, que había mejorado «en casi todos los aspectos» de su juego, pero advirtió «de que el mundo no se cambia en un día».
«Creo que he mejorado en casi todos los aspectos, he estado más dentro de la pista, más agresivo y con menos errores y he empezado a dirigir mejor la pelota hacía el paralelo», manifestó.
«He recuperado bolas que antes no lo hacía, he restado más largo de revés. Todo eso me ha permitido meterme en la pista y tener el punto controlado».
En otro encuentro destacado del día, el serbio Novak Djokovic controló el segundo y definitivo asalto de su duelo con Juan Martín del Potro y venció por K.O. técnico al argentino para colocarse en los octavos de final e igualar la marca de 42 victorias consecutivas del estadounidense John McEnroe.
El choque quedó suspendido el pasado viernes con empate a un set (6-3 y 3-6) y, en la reanudación, Djokovic rompió cuatro veces el servicio del jugador de Tandil para consumar su victoria.
Si el sudamericano tenía alguna opción de vencer al balcánico, esta pasaba por asegurar su saque para maniatar en el fondo de la pista al de Belgrado y poder dirigir el punto con solvencia. Pero, después de permanecer 21 días sin tocar bola tras lesionarse en Madrid, ‘Delpo’ no tuvo suerte.
Prueba de ello fue la espectacular dejada con la que el serbio finiquitó el partido en dos horas y 56 minutos, para fundirse después en un abrazo con su rival al que ha ganado ya las cuatro veces que se han medido entre ambos.
Con la victoria número 40 de la temporada (42 desde que perdió ante el suizo Roger Federer en las semifinales de la Copa Masters el pasado mes de diciembre), Djokovic apunta ahora a las 44 del checo Ivan Lendl, y al récord del argentino Guillermo Vilas con 46, que igualaría si gana en la final. Su próximo rival será el francés Richard Gasquet, que venció al brasileño Thomaz Bellucci.
La mala noticia del día la protagonizó Fernando Verdasco, que cayó ante Ivan Ljubicic por 6-3, 7-6 y 6-4. El madrileño, que arrastraba problemas estomacales, no pudo contrarrestar el juego del balcánico que se impuso en dos horas y 14 minutos.
