El español Rafa Nadal exhibió galones de número uno para barrer a Roger Federer (6-3 y 6-2) en las semifinales del Masters 1.000 de Miami, donde se medirá por el título con el mejor jugador del año, un Novak Djokovic que cuenta sus partidos por victorias desde que arrancó 2011.
El balear regaló una exhibición en la pista central del Crandon Park de Cayo Vizcaíno ante un rival que lo intentó todo, pero que en ningún momento dio sensación de estar metido en el partido, hasta el punto de que falló siete de sus 15 subidas a la red, una de sus armas más fiables.
El manacorí disputará su tercera final en Miami gracias a su gran mejoría en el servicio, la cruz que sufrió en la final de Indian Wells, donde sucumbió precisamente ante Djokovic. En el primer set, Nadal ganó 16 de los 18 puntos que disputó con su saque, se mostró certero para aprovechar las dos bolas de ‘break’ que disfrutó y cerró la manga en 34 minutos.
Al otro lado de la pista, Federer no encontró su ritmo en ningún momento y cometió una serie de errores no forzados que el español no perdonó. El suizo se mostró más errático que nunca con su derecha. Tras levantar su primera bola de ‘break’ en contra, Nadal encadenó tres juegos consecutivos y cerró el partido sin bajar su alto nivel de juego.
De esta forma, Nadal y Djokovic se medirán en la final dos semanas después de que el balcánico se impusiera en Indian Wells. Desde 1995, cuando lo lograron Andre Agassi y Pete Sampras, no se ocurría que los mismos jugadores disputaban las dos finales de estos torneos estadounidenses.
Tras acabar el duelo, el mallorquín avisó de que deberá «jugar muy bien todo el partido» si quiere tener «oportunidades» de batir a Djokovic. «No ha perdido este año, así que veremos cómo sigue. Solo puedo felicitarle por lo que ha hecho en los tres primeros meses del presente curso».
