El tenista español Rafa Nadal jugará mañana su quinta final de Wimbledon, tercer ‘grande’ del año, ante el serbio Novak Djokovic al vencer ayer en semifinales al británico Andy Murray por 7-5, 2-6, 2-6 y 4-6.
El tenista mallorquín buscará su tercer título en el All England Tennis Club ante el mejor tenista del momento y, a partir del lunes, el ‘número uno’ del mundo, ‘Nole’ Djokovic. El balcánico destrona al español al vencer en semifinales al francés Jo-Wilfried Tsonga e intentará vencer de nuevo a Nadal en una final este año (Indian Wells, Miami, Madrid y Roma).
El jugador escocés comenzó muy motivado con la idea de plantarse en la final en la que no logra colarse un británico desde 1936 con Fred Perry. De esta forma, logró mantener desconectado al de Manacor que no lograba encontrar su juego pero, siempre con la paciencia como bandera, fue mejorando poco a poco.
Con un Murray efectivo y sin cometer errores y un Nadal seguro con su derecha y en el peloteo, el primer set parecía condenado al ‘tie-break’. Sin embargo, la falta de acierto en el saque manacorí fue aprovechada por el escocés, que evitó la muerte súbita con una rotura en el duodécimo juego para llevarse el set 7-5.
Fue entonces cuando aparecieron las dudas sobre las condiciones físicas del español, sobre su pie dormido, y cuando todo apuntaba a que el partido sería largo y duro. De hecho en el inicio del segundo acto la historia siguió igual. Murray parecía superior ante un Nadal que no variaba su juego y no lograba hacer ningún daño al de Dunblane.
El genio de Rafa
El punto de inflexión llegó en el quinto juego. A partir de ahí, el partido cambió y solo hubo un tenista en la pista. Nadal hizo pequeño al ‘número cuatro’ del mundo. El español comenzó a desplegar su juego. Varió más su repertorio y desplegó todas sus artes. Mientras, un Murray, tocado, bajó la efectividad y sucumbió por 2-6.
El tercer set confirmó que Nadal pensaba ya en su quinta final londinense. Con un ‘break’ en el primer servicio del escocés, el español tuvo de cara la manga desde el inicio, con lo que controló a su rival ya sin esperanzas.
El mallorquín fue de menos a más y con un juego serio y concentrado fue deshaciéndose de su rival, cogiendo ya sensaciones de cara a la final, donde se verá las caras con un rival con el que no valen inicios dubitativos. Con Nadal encendido Murray cedió por 2-6.
La última y definitiva manga siguió el mismo guión. Con otro ‘break’ de primeras, Murray casi entregó el partido y Nadal aceptó el regalo para sumar buenas sensaciones al billete para mañana (15.00 horas) en la pista central.
Aunque el escocés dio los últimos coletazos (4-6), nada pudo hacer para evitar su derrota número 12 ante Rafa Nadal.
