El español Rafa Nadal venció ayer al francés Richard Gasquet (7-5 y 6-1) en las semifinales del Masters 1.000 de Roma y se clasificó para su sexta final del año, en la que se enfrentará al serbio Novak Djokovic, que derrotó a Andy Murray.
Gasquet puso en muchos problemas al balear en la primera manga. Apoyado en su espléndido revés y en un juego bastante sólido desde el fondo de la pista, el francés se le atragantaba una y otra vez al manacorense. Nadal no se sentía cómodo sobre la tierra del Foro Itálico, todo lo contrario que el galo, que parecía alargar su buen juego contra Federer.
A punto estuvo Nadal de perder su servicio en el sexto juego. Con 2-3 y 15-40 en el marcador, el español estuvo contra las cuerdas, pero consiguió reaccionar y salvar el primer gran contratiempo del partido. Poco a poco, el número uno del mundo fue encontrando su juego, minando a un adversario que con el paso del tiempo comenzaba a pagar el esfuerzo de las rondas previas.
Con 5-5 en el luminoso, el zurdo de Manacor sacó lo mejor que llevaba dentro y dio el zarpazo definitivo al set y al encuentro. Materializó la primera bola de ‘break’ de la que dispuso y atosigó a su rival, que vio como todo el esfuerzo inicial iba a servir para poco si el español ganaba su siguiente saque, como así fue.
El número uno apretó justo en el momento adecuado y se llevó una manga en la que fue inferior a su rival durante gran parte de la hora de duración de la manga. Es como si se hubiera pasado toda la primera hora del partido calentando, estudiando a su contrincante para luego batirlo con facilidad.
En el segundo parcial, Nadal siguió por el mismo camino y borró de la pista a Gasquet. Le rompió el servicio nada más comenzar y lo volvió hacer para ponerse 4-1 y sentenciar el duelo. Además, hizo gala de una gran efectividad en el saque y una mayor movilidad desde el fondo de la pista.
El francés acabó desquiciado, impotente ante los cañonazos desde el fondo de la pista que le lanzaba Nadal. Volvió a ceder su servicio para perder el partido por un 7-5 y 6-1 en una hora y media de juego.
A pesar de haber iniciado el torneo con dificultades ante el número 148 del mundo, Paolo Lorenzi, el español ha ido de menos a más, y declaró que está contento con su juego.
«Creo que he jugado bastante bien, sobre todo el primer set contra un rival que venía de hacer muy buenas victorias. He tenido que salvar situaciones complicadas pero lo he hecho bien».
Su rival en la final será el serbio Novak Djokovic, que eliminó al británico Andy Murray por 6-1, 3-6 y 7-6. Con la victoria del balcánico, el Foro Itálico asistirá al cuarto enfrentamiento entre las dos primeras raquetas del mundo en lo que va de año, en un duelo en el que, hasta el momento, las estadísticas se inclinan de la parte del tenista de Belgrado, con tres victorias.
Djokovic necesitó tres horas y dos minutos para certificar su avance en la capital italiana, en un partido que comenzó de cara para el serbio, pero en el que el escocés supo reaccionar forzando el tercer set, que se decidió en el ‘tie break’.
