Rafa Nadal apabulló al checo Tomas Berdych (6-0, 6-1, 7-6[4]) para avanzar, por undécima vez, a cuartos de final del Abierto de Australia, primer Grand Slam de la temporada, confirmando sus mejores sensaciones y la recuperación de las molestias que le acompañaron en los primeros días de 2019.
El número dos del mundo, ganador en Melbourne en 2009, rozó la excelencia en la Rod Laver Arena ante un rival al que le impidió materializar ninguna rotura. Arrolló en los dos primeros sets y tuvo que emplearse a fondo para ganar, en la muerte súbita, el tercero, poniendo fin al duelo en dos horas y cinco minutos de juego. Con ello, ya domina al checo por 20-4 en el circuito.
Nadal saltó a la central de Melbourne Park mentalizado de vengar aquella dolorosa derrota que le infligió Berdych en 2015, también en cuartos, en ese mismo escenario (6-2, 6-0, 7-6[5]). En una actuación brillante, el manacorí mostró agilidad y confianza y pronto comenzó a pasar el rodillo.
De hecho, solventó el parcial inaugural con un ‘rosco’, después de sobreponerse a una ocasión de ‘break’ de su rival en el juego inicial, y lo cerró haciéndose con 26 de los 36 puntos de los que dispuso y conectando nueve golpes ganadores. Berdych no logró sumar un juego hasta el cuarto de la segunda manga, también resuelta cómodamente por Nadal, que aprovechó dos de las cuatro bolas de rotura de las que dispuso.
Primer duelo con Tiafoe
Solo el tercer set planteó algunos problemas al balear, después de que el checo, número 57 del mundo, lograra superar cuatro ocasiones de quiebre en contra y forzase el ‘tie-break’. Nuevamente, Nadal no dio opción y cerró el partido para confirmar que continúa sin ceder un set en esta edición del torneo oceánico.
Su rival en cuartos será el estadounidense Frances Tiafoe, número 39 del ranking ATP, que sorprendió al búlgaro Grigor Dimitrov, número 21 del mundo, (7-5, 7-6[6], 6-7[1], 7-5). Será la primera vez que el español y el norteamericano, de 21 años, se vean las caras en el circuito.
