Tres militares fallecieron ayer y otros dos resultaron heridos en una fuerte explosión registrada en la base militar Álvarez de Sotomayor de la Brigada de la Legión, en Viator (Almería), según informó un portavoz del Ejército de Tierra.
Fuentes de la investigación aseguraron que la deflagración pudo haberse producido durante un traslado de explosivos en el interior de la instalación, en los locales de la sección de desactivación de la Bandera de Zapadores. De esta forma, el material podría haber detonado al ser «manipulado».
Sin embargo, por el momento, no se han confirmado oficialmente las causas del trágico suceso, que investigará la Guardia Civil, al tener la competencia nacional sobre el control de explosivos. Por su parte, el Ejército de Tierra también abrirá sus propias pesquisas internas para aclarar las circunstancias del incidente fatal.
Los tres fallecidos son el brigada Antonio Navarro García, natural de Córdoba; el brigada Manuel Velasco Román, de Humilladero (Málaga) y el sargento Francisco Prieto González, de Estepona (Málaga). Los tres eran expertos en desactivación de explosivos y tenían amplia experiencia en misiones internacionales.
Navarro García, soltero, nació en 1967 e ingresó en el Ejército en 1987 como soldado, ascendió a sargento en 1994 y estaba destinado en la Brigada de la Legión desde el año 1995. Había participado en misiones en Bosnia, Kosovo, Líbano y Afganistán. Era Técnico en Desactivación de Explosivos (TEDAX).
El brigada Velasco Román, por su parte, estaba casado y tenía dos hijos. Nacido en 1968, se incorporó a las Fuerzas Armadas en 1986 y pertenecía a la Legión desde 2002. Bosnia, la República Democrática del Congo, Líbano y Afganistán fueron sus destinos internacionales. Precisamente por su trabajo en este último país fue distinguido en mayo de 2011 con una Cruz al Mérito Militar con distintivo azul por su eficaz desempeño en diversas acciones de desactivación de artefactos explosivos improvisados.
Finalmente, el sargento Prieto González, estaba casado y no tenía hijos. Nacido en 1979, ingresó en el Ejército en 1998 y estaba destinado en la Legión desde 2010. Era operador EOD y había participado en misiones en Kosovo y Afganistán.
Además, en la deflagración resultaron heridos una cabo primero, que fue atendida en la enfermería de la propia base y después trasladada al Hospital Virgen del Mar, en Almería, y un sargento, cuyo estado era grave y que fue evacuado al complejo hospitalario de Torrecárdenas de la capital, con una fractura abierta de fémur. Una vez estabilizado, fue intervenido quirúrgicamente.
La explosión ocurrió a las 14,20 horas y hasta el lugar de los hechos se desplazaron cuatro equipos de emergencias, varias dotaciones de bomberos, Guardia Civil y Policía Local. Los militares estaban en su mayoría comiendo cuando se produjo la deflagración, pero el tamaño de la base (dos kilómetros de ancho por otros tanto de largo) impidió que se escuchara desde el comedor, según aseguraron medios digitales citando fuentes del propio acuartelamiento.
Tras conocerse la muerte en el acto de los militares, el comandante Eleuterio Fiego, de la Oficina de Comunicación de la Brigada de la Legión Rey Alfonso XIII, destacó la «amplísima experiencia» de los dos brigadas y el sargento fallecidos. Al ser cuestionado por si las víctimas, pertenecientes a la Unidad de Zapadores en donde se ha producido la explosión, realizaban un curso sobre la manipulación y desactivación de explosivos, el mando militar apuntó que «permanentemente se realizan actividades formativas», de forma que declinó precisar este extremo para evitar «llevar a error».
Asimismo, recordó que se ha prohibido el acceso a la base a personal civil, toda vez que se dio dado aviso a los familiares de las víctimas según el protocolo de actuación del Ejército español establecido para estos casos.
