El presidente de la Generalitat, Artur Mas, admitió ayer que celebrar la consulta de autodeterminación el 9 de noviembre no depende solo del Govern porque quiere que sea democrática, legal y en base al diálogo, por lo que pidió al Gobierno central que no la “entorpezca” y permita convocarla en base a la ley de consultas.
En rueda de prensa para hacer balance de los primeros siete meses del curso, explicó que el proceso soberanista tiene unas fases que deben irse ejecutando y ver qué sucede: “En función de lo que vaya pasando iremos continuando nuestro plan, que es votar. ¿Cuando? Ahora le digo el 9 de noviembre”.
“Cuando estemos más cerca espero poder volver a decir el 9 de noviembre, pero eso no solo depende de nosotros porque queremos hacerlo de acuerdo con el principio democrático, el diálogo y la legalidad”, continuó, y sostuvo que la consulta puede ser legal si el Gobierno central no impugna la ley de consultas con la que él prevé convocarla.
Ley de consultas
Mas argumentó que la consulta del 9 de noviembre no será ilegal si el Gobierno central “no la transforma en ilegal”, y remarcó que él aspira a convocarla de forma legal basándose en la ley de consultas que prevé aprobar en septiembre el Parlament con el apoyo de CiU, ERC, PSC, ICV-EUiA y CUP.
“Que está legalidad se pueda mantener dependerá de las instituciones del Estado”, añadió, y se dirigió al presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, para decirle que, si no quiere autorizar la consulta, tiene la posibilidad de no entorpecerla hundiendo la legalidad catalana.
Asimismo, aseguró que no se le podrá “acusar de cometer una ilegalidad” por convocar una consulta en base a una ley en vigor aprobada por la Cámara catalana, e hizo hincapié en que la ley de consultas no permite declarar la independencia sino que busca conocer la opinión de los catalanes.
Sentido democrático
Por ello, el presidente del Gobierno catalán reclamó al central que no se limite a pedir legalidad y diálogo, y tenga en cuenta también la necesidad de tener sentido democrático, algo que pasa por que “las leyes puedan ir acompasadas a la evolución natural de la opinión pública”.
Pese a reconocer que el 9 de noviembre no depende solo del Govern de Cataluña, Artur Mas remarcó que el objetivo principal es ese, por lo que “hay que poner toda la carne en el asador”, dijo, y añadió que, pase lo que pase, el único plan del Ejecutivo catalán pasa por que los catalanes voten.
APELACIÓN A LA FORTALEZA PSICOLÓGICA
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, apeló a la fortaleza psicológica y de carácter de los catalanes para superar las “montañas de desafíos y pruebas” que se presentarán los próximos meses ante la consulta soberanista, y después de que el expresidente Jordi Pujol confesara que tuvo dinero en el extranjero durante más de 30 años.
“O tenemos fortaleza psicológica y de carácter como pueblo o acabaremos bajando la cabeza, y no para el tema de Pujol si no para superar todas las pruebas que vengan”, recalcó ante los medios.
Tras asegurar que nadie sabe qué afectación puede tener la confesión de Pujol en el proceso soberanista, lo que “se verá en el tiempo”, insisitó en que los catalanes deben estar preparados para afrontar muchas pruebas, y que algunas serán más difíciles y dolorosas de superar que otras.
También argumentó que esto sólo es posible si los catalanes están bien organizados, canalizan correctamente sus demandas y hacen las cosas bien, y ha recordado que tras la manifestación de la Diada de 2011 ya avisó de que nada sería fácil pero que todo es posible porque depende de los catalanes principalmente.
