El Gobierno creó un fondo de resolución nacional bancaria con una dotación de entre 5.500 y 6.000 millones de euros, que será financiado por las aportaciones de la banca, con el fin de que el rescate futuro de entidades con dinero público sea “excepcional”.
Así lo anunció el ministro de Economía, Luis de Guindos, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, en el que se aprobó el anteproyecto de ley de resolución bancaria, que básicamente transpone una directiva europea. El ministro concretó que este fondo será administrado por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y sus recursos alcanzarán al menos el 1% de los depósitos garantizados del sector.
Las dotaciones al fondo, que se integrará de forma progresiva hasta 2016 en el Fondo Único Europeo, se nutrirán de las cuotas abonadas por la banca al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), del dos por mil de los depósitos. Hasta que este fondo nacional se integre en el europeo, las aportaciones de las entidades se repartirán entre ambos.
El Ministerio de Economía explicó en un comunicado que la contribución de cada entidad se determinará atendiendo a la proporción que los pasivos totales, excluidos los recursos propios y el importe de los depósitos garantizados, representen sobre el total agregado de las entidades. Adicionalmente, las contribuciones se ajustarán al perfil de riesgo de cada entidad.
El FROB contará con los recursos de este fondo para financiar medidas de resolución. El orden de prelación para asumir pérdidas en una entidad en resolución fija en primer lugar a los accionistas y acreedores, hasta un valor del 8% del total de pasivos de las entidad.
Si esta cantidad no es suficiente para el reflote, el fondo de resolución creado asumiría hasta un importe máximo de un 5% de los pasivos. El ministro explicó que estos porcentajes de pérdidas no se han dado nunca en el rescate de una entidad española. “Se garantiza que la entrada de dinero público será excepcional”, afirmó tajante De Guindos.
