Hoy se cumplen cien años del nacimiento de Camilo José Cela, el escritor convencido de que “el que resiste gana” —tal y como recoge su lema de Marqués de Iria Flavia— y gran narrador de la posguerra española, con obras como ‘La familia de Pascual Duarte’ o ‘La colmena’. Estas dos novelas fueron las más representativas de una trayectoria que comprendió todos los géneros y que estuvo plagada de galardones, entre ellos el Premio Nobel de Literatura, “con frecuencia pude hacer más veces lo que quise que lo que me dejaban hacer; todo es cuestión de aferrarse a una idea o a un sentimiento y no cejar ni un solo instante en el firme propósito de no abrir la mano jamás”, dijo el propio Camilo José Cela en sus ‘Memorias, entendimientos y voluntades’.
Tras la llegada a Madrid por el traslado de sus padres, fue internado en el sanatorio del Guadarrama, aquejado de tuberculosis pulmonar y estos periodos de reposo le sirvieron para entregarse a intensas lecturas de la obra completa de Ortega y Gasset y la colección completa de clásicos españoles de Rivadeneyra. Posteriormente, Cela inició la carrera de Medicina en la Universidad Complutense, pero muy pronto abandonó estos estudios para asistir, en la nueva Facultad de Filosofía y Letras, a las clases de Literatura Española Contemporánea de Pedro Salinas, a quien confía sus primeros poemas.
Allí se hizo amigo del escritor y filólogo Alonso Zamora Vicente, del poeta Miguel Hernández y de María Zambrano, en cuya casa conoció a Max Aub y otros escritores e intelectuales. Durante la contienda, el autor, integrado en el ejército nacional, es herido en el frente y hospitalizado, y ya en la década de los 40 estudió Derecho en Madrid y editó sus primeras publicaciones, entre ellas una biografía popular de San Juan de la Cruz que firmó con el seudónimo de Matilde Verdú y el artículo titulado ‘Fotografías de la Pardo Bazán’, que apareció en la revista ‘Y’.
Durante esta época, también terminó ‘La familia de Pascual Duarte’, una obra para la que le costó encontrar editor aunque finalmente fue publicada con gran éxito en 1942. Sin embargo, fue objeto de efectivos ataques por parte de la jerarquía católica, tanto es así que su segunda edición fue prohibida aunque, no obstante, ese fue el momento en el que Cela decidió dedicarse por completo a la literatura. En 1944, el escritor se casó con María del Rosario Conde Picavea, con quien tendría dos años después a su hijo Camilo José. Otra de sus grandes obras, ‘La colmena’, tuvo que publicarse en Buenos Aires en 1951 después de algunos forcejeos con la censura del gobierno peronista argentino, ya que la obra fue prohibida en España. Posteriormente, en 1954, Cela trasladó su residencia de Madrid a Palma de Mallorca, donde dirige la revista ‘Papeles de Son Armadans’.
Una de sus más grandes distinciones la obtuvo en 1987, al concedérsele el Premio Príncipe de Asturias de las Letras “por la elevada calidad literaria de su abundante y universalmente conocida obra y por su significación singular dentro de las letras hispanas de este siglo, en las que ha influido considerablemente”. El Premio Nobel de Literatura llegó en 1989, por el que pronunció en Estocolmo el discurso titulado ‘Elogio de la fábula’ y tras el que se tomó un año de descanso y posteriormente se retiró a escribir. Fue la época de sus colaboraciones con el diario ‘El Independiente’, por las que recibiría el Premio de Periodismo Mariano de Cavia.
El día de su octogésimo aniversario, el Rey Don Juan Carlos le concedió el título de Marqués de Iria Flavia, con el lema ‘El que resiste, gana’ y posteriormente recibió la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo. Un hombre rodeado siempre de polémicas pero sin duda entregado a la literatura.
