La entradilla interpretada por Pablo Zamarrón a la dulzaina y Javier González Sacristán al tambor abrió la presentación en la Diputación del libro ‘Canciones de Aurora, Albas y Danzas al despertar en el Folklore de la Provincia de Segovia. Una perspectiva sociocultural’, de María Ángeles Rubio Gil.
Se trata de la primera publicación de la Colección de Becas de Investigación concedidas por el Instituto de la Cultura Tradicional Manuel González Herrero, tutorizada por el catedrático del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, investigador del Instituto de Estudios Europeos de la Universidad de Valladolid y miembro del consejo asesor del Instituto de la Cultura, Luis Díaz González de Viana.
La directora del Instituto, Sara Dueñas, se encargó de presentar el acto y reconoció sentirse muy satisfecha al poder facilitar desde el organismo “la labor investigadora”. Un trabajo que alabó el propio Luis Díaz Viana. Respecto al trabajo de María Ángeles Rubio, aseguró que era complejo, y obedecía a un “planteamiento arriesgado y ambicioso”. “La pervivencia del folclore en cuanto a creatividad popular tiene que convivir con los procesos de transformación que se están produciendo y adaptarse a ello. De eso habla el libro y ese es su enfoque», apuntó Díaz Viana, quien ha prologado también la publicación. “En las horas del amanecer —continuó—se fragua y se cuece lo que van a ser las tradiciones y ritos conocidos por todos”.
Por su parte, Rubio, profesora doctora en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y titular de Universidad por la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación docente e investigadora (ANECA) afirmó que “este es un regalo que me han hecho a los 50 años, pues mi sueño siempre fue encerrarme en la antropología, desde que leía a Julio Caro Baroja”.
Seguidora confesa de María Zambrano, apuntó que, como ella u Ortega y Gasset, se ha venido a Castilla como “una intrusa gracias a que hay personas que han creído en mi proyecto académico”.
La publicación recoge una serie de ritos que tienen lugar en las horas del despertar, y que en Segovia enmarca en tres ámbitos de interés general. Los primeros, para unirse a esos momentos de la fiesta, como las reboladas, los bailes de rueda y el toro del aguardiente; los segundos, los que invitan a participar en el espacio de la religiosidad más popular, como romerías en ermitas, rogativas y rosario de la Aurora; y por último, los que constituyen la preparación del rito de las santeras, vestideras, jotas de alcaldesas y mayos.
La investigadora apunta que el folclore musical segoviano participa de tradiciones que subsisten de épocas pre-cristianas, adaptándose a las festividades religiosas.