Del 5 al 9 de agosto, la villa de Ayllón volverá a acoger una de sus citas culturales más emblemáticas de cada año: el Festival Internacional de Música, un evento que ha crecido hasta consolidarse como un referente en el panorama musical español. Bajo el lema de unir excelencia artística y juventud emergente, el festival reunirá en un espacio histórico como la iglesia de San Miguel (y la plaza Mayor del pueblo en el último concierto) a intérpretes de prestigio internacional y a talentos en plena formación, ofreciendo una programación que celebra la música clásica como puente entre generaciones.
El festival, que cumple su XXII edición, fue concebido inicialmente como un curso de verano en el municipio soriano de San Esteban de Gormaz, pero en 2015 encontró en Ayllón, con su fuerte vocación cultural, el entorno idóneo para crecer y consolidarse: “Nos mudamos a esta villa porque vimos que tenía unas inquietudes culturales y musicales muy grandes, lo que se demuestra con su banda y su escuela de música, que funcionan muy bien”, explica a El Adelantado Álvaro Huertas, director del festival y una de las figuras clave en su desarrollo.
EL PROGRAMA
La programación de este año arranca el martes 5 de agosto con el pianista cubano Mauricio Vallina, un habitual de las grandes salas europeas y conocido por su expresividad y refinamiento técnico. Huertas lo define como “uno de los pianistas con una carrera más brillante en Europa”. Le seguirá el miércoles 6 Irina Muresanu, violinista rumana afincada en Estados Unidos, que actuará junto a Daniel del Pino, pianista español de gran recorrido y una cara ya conocida en este Festival. Una combinación que promete intensidad interpretativa y profundidad musical.
Uno de los conciertos más esperados de esta edición será el de piano a cuatro manos, protagonizado por Abel González y Tatiana Stepanova. Su compenetración y musicalidad convierten cada una de sus actuaciones en una experiencia inmersiva e inolvidable.
En su promesa de “mantener un equilibrio entre músicos muy consolidados y jóvenes que están iniciando su carrera”, el Festival también ofrecerá un espacio destacado a las nuevas generaciones con la actuación conjunta de dos jóvenes promesas: la violinista Marta Gallego y el pianista Kirill Zhelezno, ambos estudiantes sobresalientes de la Escuela Reina Sofía: “Actualmente, representan el futuro del panorama musical”, afirma Huertas.
El broche final llegará el viernes 9 con el concierto de velas en la Plaza Mayor, una de las señas de identidad del festival. Este año, la protagonista será la soprano búlgara Svetla Krasteva, que deleitará al público en un entorno mágico, iluminado por cientos de velas que transformarán el casco histórico de Ayllón en un escenario de pura emoción. Este recital, ya convertido en tradición, sintetiza a la perfección el espíritu del festival: arte, historia y emoción en perfecto equilibrio.
EL PROGRAMA
La respuesta del público en este Festival ha sido, edición tras edición, muy entusiasta: “Los conciertos se llenan todas las noches. Es muy llamativo cómo responde el público de Ayllón y de toda la comarca, porque viene gente de muchos lugares”, destaca Huertas. Además, la implicación de las instituciones también ha sido fundamental para el desarrollo del evento: “El Ayuntamiento está totalmente volcado. Sin su apoyo, el festival no podría sostenerse ni tener proyección de futuro”, añade el director, quien también agradece la colaboración de la Diputación de Segovia y de las entidades privadas, con la que espera poder ampliar la programación en próximas ediciones: “Ahora mismo hacemos cinco días y está funcionando muy bien, pero sería muy interesante poder tener más conciertos, así como intentar eliminar ciertas limitaciones de cara al futuro”.
Con precios accesibles de 9 euros la entrada individual y 27 el abono completo, el Festival Internacional de Música de Ayllón no solo pone la música clásica al alcance de todos, sino que también actúa como revulsivo cultural y económico para el municipio. Durante cinco días, Ayllón se volverá de visitantes, músicos, estudiantes y melómanos que encuentran en sus calles empedradas y su arquitectura medieval un marco incomparable para disfrutar del arte.
En palabras de Álvaro Huertas, “el festival es un revitalizador de la vida de Ayllón, un agitador cultural que refuerza su identidad como pueblo abierto al arte y a la música”. Este encuentro entre tradición y vanguardia, entre jóvenes talentos y maestros consolidados, consolida cada año la misión que lo vio nacer: hacer de la música un vehículo de encuentro, inspiración y belleza compartida. n
