El expresidente de Pakistán, Pervez Musharraf, se comprometió ayer a iniciar una etapa de restauración en el país si consigue el triunfo en las próximas elecciones parlamentarias, según declaró brevemente nada más llegar al aeropuerto de Karachi tras ocho años de exilio autoimpuesto.
«La gente dijo que no vendría, ¿dónde está ahora esa gente?», subrayó Musharraf ante un grupo de más de 1.000 partidarios sin la presencia de micrófonos, dado que tuvo que alterar su recorrido por la amenaza de muerte anunciada por Al Qaeda. «La gente intenta asustarme, pero solo tengo miedo a Dios y a nadie más», aseguró.
«¿A dónde ha ido el Pakistán que dejé hace años?. Mi corazón llora lágrimas de sangre cuando veo cómo está hoy el país», manifestó el expresidente. «He regresado por vosotros. Quiero restaurar el Pakistán que dejé», concluyó.
El vuelo de Musharraf, procedente de Dubai, llegó a Karachi en torno a las 12,45 horas (8,45 hora peninsular española). El exdirigente tenía previsto celebrar un acto en el mausoleo de Mohammad Alí Jonnah, considerado como el fundador de Pakistán, pero finalmente fue suspendido por las autoridades, que alegaron motivos de seguridad.
Ante esta situación, Musharraf convocó a sus seguidores a un acto en el propio aeropuerto que finalmente también fue cancelado, para decepción de la multitud de simpatizantes que se había congregado en el lugar, según informaron los medios paquistaníes.
El exlíder viajó desde Dubai a Karachi en un vuelo de la aerolínea Emirates acompañado de un grupo de adeptos, colaboradores, periodistas y su esposa, Sehba Musharraf. Así, el dictador, de 69 años, decidió poner fin a su exilio autoimpuesto a pesar de estar amenazado de muerte por los talibanes paquistaníes y de encontrarse en libertad condicional, después de ser condenado por obstaculizar la investigación del asesinato de la exprimera ministra Benazir Bhutto. Su objetivo es presentarse a las próximas elecciones legislativas, convocadas para mayo, como candidato y líder de su partido, la Liga Musulmana de Todo Pakistán (LMTP).
Musharraf que llegó al poder en 1999 con un incruento golpe de Estado, estuvo al frente del país hasta 2007. Además, también fue jefe del Estado Mayor y, oficialmente, se colocó del lado de Estados Unidos tras los atentados de 2001, aunque siempre estuvo bajo sospecha de seguir un doble juego.
