El Museo de Bellas Artes de Sevilla ha iniciado los trabajos incluidos en el programa para la restauración y conservación sobre las 24 obras de Bartolomé Esteban Murillo que forman parte de la colección de la pinacoteca, de cara a la celebración, el próximo año 2017, del Año Murillo para conmemorar el 400º aniversario del nacimiento del artista sevillano.
Así lo anunció la consejera de Cultura de la Junta andaluza, Rosa Aguilar, con motivo de una visita a los talleres de restauración del recinto museístico para hacer llegar a la ciudadanía el comienzo de un “intenso” trabajo, iniciado por el museo y la Junta para que la efeméride sea “todo un éxito”.
De las 24 obras, 17 serán sometidas a tratamientos de conservación, que consisten en tareas básicas de mantenimiento y limpieza. Las siete restantes —cinco lienzos y dos tablas— serán sometidas a una restauración integral que incluye tareas como la eliminación de barnizados, tratamiento de repintes y soportes o forración. En concreto, son cuatro obras del conjunto realizado por Murillo para el Convento de Capuchinos y otras tres procedentes del Convento de San Agustín, ambos de la capital hispalense.
Aguilar, que puso en valor el trabajo de “excelencia y calidad” realizado por los profesionales del taller, afirmó al respecto que “el corazón del Año Murillo ya tiene su propio latido en el Bellas Artes: estaremos a la altura que requiere el 2017 en Sevilla”. También hizo hincapié en la colaboración “plena y total” con el Ayuntamiento.
Dentro de las labores iniciadas para la conmemoración, la consejera andaluza incluyó las relaciones internacionales para conseguir préstamos de cara a agregarlos a los cuadros que ya se conocen y se tienen en Sevilla, al objeto de “seguir sumando y multiplicando en oportunidades” para la “magna y excepcional” exposición —junto a otras muestras previas— que Sevilla “merece tener en el año grande de Murillo”.
A este respecto, la directora del museo, María del Valme Muñoz, dio cuenta del acuerdo alcanzado con el Museo Wallraf-Richartz de Colonia (Alemania) para que a los talleres de restauración del Bellas Artes pueda arribar en unos meses el cuadro ‘El Jubileo de la Porciúncula’, que presidía el retablo central del conjunto que pintó Murillo para el Convento de Capuchinos.
Como muchos otros cuadros del pintor barroco, la historia de este lienzo está relacionada con la invasión napoleónica y el expolio del patrimonio artístico de la época por parte del mariscal Soult. Ahora regresará a Sevilla para su restauración integral en estos talleres de cara al proyecto expositivo que prepara el Museo de Bellas Artes para el cuarto centenario del pintor.
“Solo la llegada de este cuadro es un hecho histórico, por el componente emocional que va a tener recuperar el cuadro principal que presidía el retablo de los Capuchinos”, manifestó Muñoz. En el museo se expone en su lugar la Inmaculada Colosal —de un tamaño equivalente, unos 4,30 metros—, pero este cuadro no es el original, que, por avatares de la ocupación francesa, no abandonó la ciudad pero, por circunstancias, terminó en la pinacoteca alemana.
La primera de las intervenciones se realizará sobre el lienzo de la ‘Inmaculada Concepción, “La Niña”(1668-1669)’, que conserva casi todas las pinturas de la etapa de madurez artística de Murillo, pertenecientes al conjunto que pintó para el Convento de Capuchinos y que ocupaba el coro bajo de la iglesia.
Otra de las obras es la ‘Virgen con el Niño’ (1665-1666), conocida como la ‘Virgen de la Servilleta’ y que se vincula a la parte baja o al tabernáculo. Del retablo central también se restaurarán ‘San Antonio de Padua con el Niño’ (1665-1666) y ‘San Félix de Cantalicio con el Niño’ (1665-1666).
Las tres pinturas que serán restauradas que proceden del Convento de San Agustín son la ‘Visión de San Agustín con la Trinidad’ (1664-1670), que representa al santo, a tamaño natural y gran monumentalidad, sentado ante un escritorio en el que se halla un libro abierto; ‘San Agustín con la Virgen y el Niño’ (1664-1670), en el que destaca especialmente la diversidad de gestos y actitudes de los distintos personajes; y ‘Santo Tomas de Villanueva y el Crucifijo’ (1665-1670), que muestra al santo en el momento de recibir la noticia de su muerte.
Cuestionada por novedades sobre la proyectada ampliación del Bellas Artes, Aguilar recordó que cada una de las actividades que organiza el recinto pone de manifiesto la necesidad de expandir el espacio. “Espero que se produzca un diálogo cierto y seguro para un compromiso expreso y de verdad del nuevo Gobierno de España”, expresó la consejera.
