La Historia ha sido injusta con las mujeres y uno de los ejemplos más claros, y relativamente reciente, es la escasa relevancia de aquellas jóvenes del primer tercio del siglo pasado que dieron un paso de gigante hacia la igualdad de derechos escalando por méritos propios cotas que tenían vedadas en ámbitos como la educación superior y la actividad profesional y artística. Con honrosas excepciones, y en la mayoría de las ocasiones con reconocimiento tardío, las mujeres de la Residencia de Señoritas que abrió sus puertas en Madrid en octubre de 1915 gracias a la JAE (Junta de Ampliación de Estudios) son prácticamente unas desconocidas a diferencia de lo ocurrido con los hombres de la Residencia de Estudiantes: Dalí, García Lorca, Buñuel, Severo Ochoa…
Con motivo del centenario de la apertura de esta escuela pionera en promover el acceso de la mujer a la Universidad, Acción Cultural Española —la entidad estatal pública dedicada a la promoción del sector cultural y creativo español— y la propia Residencia de Estudiantes, quisieron rendir un homenaje a estas ‘Mujeres en vanguardia’ a través de una exposición que después de varios meses en la propia Residencia y de recorrer otras ciudades ha recalado en Segovia pocos días antes de la celebración del Día internacional de la Mujer, el 8 de marzo, este año especialmente reivindicativo con la convocatoria de una huelga feminista.
Hasta el 1 de abril la Casa de la Lectura —la biblioteca municipal de la Calle Real— acoge esta muestra que ha sido comisariada por Almudena de la Cueva, quien en la presentación a los medios locales destacó que se trata de una parte de un proyecto más amplio de recuperación del legado del periodo conocido como la Edad de Plata, lo que está permitiendo, por ejemplo, el contacto con familiares de antiguas residentes muy conscientes de la función modernizadora de la sociedad española que desempeñaron sus antepasadas y animó a que si alguien de Segovia guarda alguna relación con esas pioneras no dude en ponerse en contacto con la Residencia de Estudiantes.
Por su parte, Alicia Gómez-Navarro, actual directora de esta institución, recalcó la importancia de que las generaciones más jóvenes conozcan este pasado que forma parte de nuestra historia y “que ha sido ocultada”.
A través de paneles con fotografías e ilustraciones, la exposición ofrece un breve recorrido por las propuestas relacionadas con la educación femenina y con la incorporación de las mujeres a la vida profesional desde el último tercio del siglo XIX, vinculadas a la Institución Libre de Enseñanza, para reconstruir después “la formidable aventura de la Residencia de Señoritas, que, en sus veintiún años de vida, no sólo alcanzó importantes logros materiales —llegó a tener doce edificios y cerca de trescientas residentes—, sino que también consiguió que de sus aulas saliera un grupo excepcional de mujeres altamente cualificadas, gracias a las que el modelo social tradicionalmente asociado a la condición femenina empezó a experimentar una auténtica transformación”.
Las imágenes muestran un laboratorio de química pero también actividades deportivas y salidas a la naturaleza, además de un programa de intercambio fuera de España. En la nómina de docentes contaba con nombres como María Zambrano o Maruja Mallo, mientras Victoria Kent, Matilde Huici, Delhy Tejero o Josefina Carabias fueron algunas de sus alumnas más destacadas.
Hay un capítulo específico dedicado a las mujeres artistas que, en el entorno de la Residencia o del Lyceum Club Femenino, empezaron a despuntar en círculos artísticos en los años 20 y 30 y, como contrapunto, la Guerra Civil, el exilio y la vuelta atrás en el modelo educativo y social que supuso la Sección Femenina vinculada a la Falange.
