Garbiñe Muguruza retuvo el título del Abierto de Monterrey al derrotar a la bielorrusa Victoria Azarenka, quien se retiró por lesión en el segundo set cuando el partido iba 6-1 y 3-1 a favor de la tenista española.
Muguruza, decimonovena del ranking mundial, empezó de la mejor manera, con un quiebre en el primer juego en el que marcó diferencia con su buen revés paralelo a dos manos. Confirmó el rompimiento en el siguiente y a partir de ahí se encaminó a la victoria.
Azarenka, 67 de la WTA, mostró un buen nivel en el arranque del cuarto juego en el que tuvo tres oportunidades de romper el servicio de Muguruza, pero no pudo cerrar y la española se levantó con buena efectividad en su primer saque y otra vez certeros golpes con su revés paralelo.
Lo contrario sucedió en el quinto juego. Muguruza provocó un ‘deuce’ y obligó a la bielorrusa a echar dos pelotas más allá de las líneas para irse delante 4-1 con otra rotura de saque.
En los finales del set, Azarenka comenzó a mostrar dificultades físicas, sus movimientos dejaron de ser armónicos y se quejó de una molestia en la pierna izquierda a la altura de la tibia. Muguruza aprovechó todo, hizo bueno su saque y rompió en el séptimo juego.
‘Vika’, que no gana un torneo desde que venció justamente a Muguruza en el Masters 1.000 de Miami 2016 la única vez que se habían enfrentado, se vio disminuida en el arranque del segundo set, se quejó de dolor, pero insistió hasta que en el tercer juego Muguruza le quebró el saque y la puso con todo en contra.
En condiciones desiguales la bielorrusa, que había eliminado en semifinales a la alemana Angelique Kerber, primera favorita, aceptó la rendición con lo que Muguruza, que vino de menos a más en el campeonato, aseguró su séptimo título como profesional, primero en 2019.
“Es una gran sensación ganar en Monterrey; llevaba un año sin un título y vuelvo a conseguirlo aquí, donde he recibido mucho apoyo. Es difícil jugar contra una rival que no está bien y espero que ella se recupere pronto”, dijo Muguruza.
