L a sabina más monumental del sabinar de Hornuez, conocida popularmente como “La Borrega”, ha muerto. Un agente medioambiental notificó su derribo el pasado 17 de enero. Había sido abatida por el viento. Técnicos de la Junta visitaron después el paraje para evaluar el daño producido, constatando que era irreparable.
“La Borrega” era un ejemplar de 19 metros de altura y 5,18 metros de diámetro, al que los expertos habían calculado entre 600 y 800 años de vida. Había nacido, pues, mucho antes de que Colón descubriera América o que comenzara a construirse la Catedral de Segovia.
“Estaba muy expuesta al viento, y su edad era ya muy avanzada”, lamentaba ayer Susana Domínguez, presidenta de ‘Bosques sin Fronteras’. Para mantener a “La Borrega” el máximo tiempo posible con vida, la Junta realizó hace varios años una intervención en esta sabina, incluida en el Catálogo de Especímenes Vegetales de Singular Relevancia de Castilla y León. Sin embargo, esta actuación no ha podido evitar su caída.
Al haberse roto por la mitad de su tronco (“como una cerilla que se parte”, explica Domínguez) no hay posibilidad de recuperar el ejemplar. No obstante, desde ‘Bosques sin Fronteras’ se pidió ayer la conservación de la parte inferior del tronco. “Nos gustaría que se pusiera alguna placa explicativa del árbol”, demandó Domínguez.
“La Borrega” se situaba en un sabinar de leyenda. La tradición cuenta que la Virgen María se apareció a unos pastores en el sabinar. De acuerdo con dicha leyenda, los pastores se arrimaron a una sabina para hacer lumbre, apareciéndoseles la Virgen María en las ramas del árbol. Enterados los vecinos de Moral de Hornuez del suceso, acudieron allí y, tomando la imagen de la que llamaron Virgen de Hornuez, la trasladaron a la iglesia del pueblo, donde no la hallaron a la mañana siguiente. Regresaron entonces al sabinar, vieron que la imagen volvía a estar en el árbol y entendieron que la voluntad de la Virgen era que le dedicaran allí un templo, que fue rehecho y ampliado en diferentes momentos hasta llegar al que se levantó en 1750, una construcción sobre la sabina del milagro que quedó dentro, protegida con baldaquino y sirviendo de trono a la imagen.
De la mayoría de estos hechos podría dar fe “La Borrega”, porque los vivió en primera línea, a varias decenas de metros del templo.
Árboles singulares.- ‘Bosques sin Fronteras’, entidad que persigue la catalogación, conservación y divulgación de los árboles más singulares de España, ha conseguido inventariar cerca de 3.700, de los que ha visitado cerca de 200. Las estimaciones que maneja ‘Bosques sin Fronteras’ advierten que en la última década han desaparecido cerca del 20% de los árboles singulares que había en España.
En Segovia, según datos de la entidad, se han catalogado 99 árboles, una cifra considerada “muy alta para una provincia de una superficie muy grande”, según Domínguez.
Entre los más llamativos árboles de la provincia están la enorme sabina de Sigueruelo —más vieja que la ya extinta “Borrega”—, el roble (rebollo) de Matabuena, de cerca de 380 años, o el serbal de la acebeda de Becerril. Entre los 99 árboles catalogados en Segovia, las especies que más se repiten son la encina (14 ejemplares), el pino resinero (14), la sabina (9) y el rebollo (8). En total, en la provincia hay 27 especies que cuentan con, al menos, un árbol singular.