Arrodillada en postura orante y esculpida con las recias y emotivas líneas de Emiliano Barral, ‘La Doliente’ adorna el panteón de la familia Cernuda Pedrazuela, que en diciembre de 1899 enterraba a su hija Carmen ‘muerta para el mundo’ y dejaba para la posteridad uno de los panteones más hermosos del Cementerio del Santo Angel de la Guarda.
Las figuras femeninas en el camposanto segoviano y su relevancia no sólo en la iconografía de los enterramientos sino como hitos inspiradores de la investigación histórica fueron el motivo elegido por Turismo de Segovia para abrir una nueva edición de ‘Domingos de Patrimonio’, coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Mujer, dirigida por la investigadora e historiadora segoviana Mercedes Sanz de Andrés.
Durante algo más de hora y media, las cerca de 30 personas que participaron en esta visita pudieron disfrutar del relato didáctico y ameno de la investigadora especializada en arte funerario, que escogió algunas de las muchas personalidades femeninas vinculadas a la historia de Segovia cuyos restos mortales descansan en el cementerio.
Así, aseguró que la investigación sobre estas figuras está aún viva, ya que en la mayor parte de las ocasiones se solapa con la presencia del varón como esposo o padre, dejando a las mujeres en un segundo plano pese a su hipotética importancia, lo que obliga al investigador a escudriñar más a fondo en archivos y registros para averiguar datos sobre ellas. Pese a ello, destacó la relevancia de las mujeres en el cementerio segoviano, y recordó que los dos primeros enterramientos nada más abrir sus puertas el 6 de agosto de 1821 fueron los de Tomasa Antón y Antonia Toledano, dos niñas de corta edad.
En la visita, los participantes pudieron conocer detalles curiosos, como el lugar en el que fue enterrada la madre de Alejandro Baín, víctima del célebre asesinato de la ‘Casa del Crimen’ en San Millán, y que fue la última defunción que se produjo en Segovia relacionada con una virulenta epidemia de cólera que asoló la ciudad en 1855.
También hubo lugar para conocer los lugares en los que descansan los restos mortales de algunas celebridades locales como la actriz Blanca de Silos o Patrocinio Cuerdo, esposa del Mesonero Mayor de Castilla y piedra angular del proyecto hostelero que situó a Segovia en el cénit de la cocina castellana.
De igual modo, Sanz de Andrés destacó la importancia de la iconografía que emplea la imagen de la mujer en las construcciones funerarias, así como el hecho de que en las lápidas de muchas mujeres figurara como epitafio su profesión como maestras o telegrafistas, dando a entender con ello el valor que quisieron dar a su labor profesional en una época de marcado carácter masculino.
