Horas antes de que Galicia celebrase su día grande en honor a su patrón, la Comunidad se tiñó de luto al descarrilar un tren de pasajeros en las proximidades de Santiago de Compostela, sin que al cierre de esta edición se conocieran las causas del suceso.
Al menos 30 personas fallecieron en el accidente y decenas más resultaron heridas en un convoy que transportaba a más de 200 pasajeros. Trece vagones volcaron y otros tres prendieron en llamas, mientras que otro más saltó por los aires poco antes de las nueve de la noche. El accidentado es un tren de larga distancia 151 Alvia que realizaba el trayecto Madrid-Chamartín-Ferrol.
El terrible suceso tuvo lugar en la bifurcación de A Grandeira, a poco más de tres kilómetros de Santiago de Compostela.
El tramo en el que ocurrió el descarrilamiento, que une la capital regional con Orense, ya fue considerado por los responsables de Fomento durante su inauguración como muy difícil. Técnicos de Adif, así como los servicios de emergencia se trasladaron inmediatamente al lugar de la tragedia. Varias ambulancias, bomberos, agentes de la Policía Local y de la Policía Nacional se agolparon en el lugar del accidente, donde minutos después del descarrilamiento se podía ver una columna de humo intensa. Además, las autoridades pidieron la colaboración a los vecinos con mantas. De hecho, algunos de ellos se ofrecieron para trasladar a los heridos menos graves en sus vehículos particulares hasta los centros sanitarios, para colaborar con el resto de efectivos.
vueltas de campana. Uno de los viajeros que salieron ilesos del accidente afirmó que muchos de ellos habían salido por su propio pie, pero que habían dado varias vueltas de campana en una curva. A su vez, una vecina que se acercó aseguró que la escena era «un desastre» y que había visto muchos muertos.
La Policía de Santiago ha puesto un teléfono de información a disposición de los familiares de las personas afectadas que viajaban en el tren Alvia. Es el 981.551.100.
El accidente conmocionó a toda Galicia, cuyos mandatarios decretaron de manera inmediata el luto en la Comunidad y el fin de las fiestas en honor a su patrón.
Dirigentes de toda España, con el presidente Mariano Rajoy a la cabeza, estuvieron en todo momento informados de la gravedad del suceso. El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, fue uno de los primeros en llegar al lugar del suceso. Por su parte, la titular de Fomento, Ana Pastor, viajó a Santiago de inmediato acompañada por los responsables de Renfe para valorar lo ocurrido.
También el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se declaró «consternado» por el suceso y trasladó su solidaridad con las familias de las víctimas.
Desde la propia Galicia, el presidente de la Diputación de Lugo y aspirante a la Secretaría Xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, trasladó su «profundo dolor y apoyo» a las familias de las víctimas mortales y a los heridos en el descarrilamiento.
«El de hoy es un día trágico para Galicia», manifestó en un comunicado en el que informó de que se cancela toda su agenda para hoy para «apoyar a las familias de las víctimas». Además, interrumpió el encuentro que mantenía con la militancia en Boiro por el «dramático suceso».
