Al menos 232 personas murieron ayer en un incendio de gigantescas proporciones ocurrido de madrugada en un local nocturno de Santa María, en el sur de Brasil, mientras que otras 130 resultaron heridas de diversa consideración.
El suceso tuvo lugar durante la actuación de un grupo de música en la discoteca Kiss, con capacidad para 2.000 asistentes, y se estima que a la fiesta universitaria que se celebraba acudieron unos 1.500.
Al parecer, las llamas se iniciaron sobre las 2,30 horas, cuando el vocalista de la banda realizó una especie de show de pirotecnia. Una chispa habría alcanzado el material plástico que recubre el techo del local, lo que provocó que el fuego se extendiera con rapidez.
Fue entonces cuando se produjo una avalancha, ya que los congregados intentaron llegar como pudieron a la única salida del local, por lo que no se descarta que un buen número de fallecidos pereciera aplastado. De hecho, los bomberos tuvieron que abrir agujeros en la pared de las instalaciones para poder acceder a su interior.
Ante la propagación de las llamas, el público comenzó a intentar salir por esa única puerta. Pero, según varios testigos, los guardias de seguridad, ajenos a las llamas incipientes, bloquearon la salida, pensando que el tumulto se debía a una riña y queriendo evitar que la gente se fuera sin pagar lo consumido.
Al cierre de esta edición, se habían identificado 40 cadáveres, una labor que se antoja larga, según el Ayuntamiento de la localidad, que, además, decretó 30 días de luto por la tragedia.
El secretario de Seguridad de Río Grande do Sul, Airton Michels, indicó que el incendio fue «rápido y devastador» y recordó que, por tratarse de una fiesta universitaria, la mayoría de las víctimas son jóvenes. Sobre las causas de la tragedia, indicó que todavía no se puede confirmar ninguna hipótesis.
«Llevo más de 40 años de servicio y nunca vi una tragedia de esta proporción», aseguró el comandante de los Bomberos de Santa María.
Mientras, el DJ de la fiesta, cuyo nombre no fue divulgado, relató las terribles escenas que tuvieron lugar en el local. «Vi muchos cuerpos y personas heridas en el suelo», indicó el joven.
Además, la licencia de actividad de la discoteca estaba caducada desde el pasado mes de agosto, según revelaron los Bomberos.
A este respecto, no se pronunció la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, quien se desplazó por la tarde hasta el lugar de la tragedia tras cancelar su participación en la conclusión de la Cumbre Celac-UE, que se celebraba en Chile.
«Los que podían, salían asfixiados»
Horas después del incendio, los supervivientes -en su mayoría jóvenes- y familiares de las víctimas se debaten entre el horror vivido dentro del local y la angustia por saber qué suerte corrieron sus amigos y familiares.
«Tengo tres amigos de quienes todavía no sabemos si están bien o si les pasó algo… Tenemos informaciones contradictorias, unos nos dicen que alguno de ellos fue encontrado, otros que todavía no. No sabemos nada», aseguró Luana, una joven que pudo salir con vida del local tras ser «arrastrada» hacia afuera por su hermana.
La joven expuso la rapidez con la que las llamas tomaron el local, que quedó destruido. «Yo pude salir en los primeros dos minutos desde que empezó el incendio. Ya a los cinco minutos (de iniciadas las llamas) los que podían salir, salían medio asfixiados», agregó Luana.
