Al menos 15 miembros del grupo armado separatista kurdo Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) murieron en una operación del Ejército turco en Irak y en el sureste de Turquía de mayoría kurda, según informó el propio Ejército en un comunicado.
El Estado Mayor del Ejército informó de la muerte de 18 miembros del PKK el viernes en las montañas de Qandil, en Irak, utilizadas como base por las milicias kurdas. Ya el sábado, otros ocho integrantes del PKK murieron en la provincia turca de Sirnak y tres más en Yuksekova, en la provincia de Hakkari. Cuatro más fallecieron en Sarikamis, provincia de Kars, y otros dos en Nusaybin, provincia de Mardin.
Además fueron recuperados los cuerpos de dos miembros del PKK que murieron en operaciones militares anteriores en la provincia de Mardin, informa el Ejército y recoge la agencia de noticias turca Anatolia. Otros cinco milicianos del PKK se entregaron al Ejército el sábado en Silopi, provincia de Sirnak. En estas operaciones en Sirnak, Uludere y Nusaybin el Ejército destruyó material explosivo y se han realizado varias detenciones de miembros del PKK y colaboradores.
Más de 4.500 de integrantes del PKK y más de 440 miembros de las fuerzas de seguridad murieron en enfrentamientos o como consecuencia de ataques desde el comienzo de la operación de seguridad en las regiones de mayoría kurda de Turquía, a mediados de diciembre. Además, las autoridades han impuesto el toque de queda en las zonas más afectadas por los combates, incluidos núcleos urbanos enteros.
En julio se rompió el alto el fuego pactado por el PKK y Turquía en el marco de unas negociaciones de paz que pretendían cerrar un conflicto que se cobró más de 40.000 vidas desde que estalló, en 1984. El alto el fuego estuvo en vigor dos años.
La Policía turca impidió el acceso al hotel de Ankara en el que estaba previsto que se celebrara un congreso del Partido del Movimiento Nacionalista (MHP), el principal partido nacionalista turco, en el que los disidentes pretendían ganar más poder y amenazar así las reformas presidencialistas del presidente turco, el islamista moderado Recep Tayyip Erdogan. Varios cientos de miembros del MHP aspiraban a deponer al líder del partido, Devlet Bahceli, cambiando la normativa interna del partido en un congreso extraordinario. Sin embargo, el Partido Justicia y Desarrollo (AKP) de Erdogan necesita los votos de los diputados del MHP para la reforma de la Constitución que daría más poderes al presidente en detrimento del primer ministro.
