Un refugiado paquistaní murió tras huir de la estación de tren de Bicske y caer desplomado en las vías del tren, según informó la Policía, que además aclaró que no estaba persiguiendo a este grupo, compuesto por unas 350 personas. Las autoridades mantenían retenidos a unos 800 inmigrantes en la estación, situadas a escasas decenas de kilómetros de la capital, Budapest.
Unas 350 personas escaparon de las instalaciones y, a cerca de un kilómetro de distancia, un hombre paquistaní falleció sobre las vías. Según la televisión estatal, este refugiado cayó y se golpeó en la cabeza. Por otra parte, refugiados que permanecían en un tren de esta estación, accedieron a poner fin a su protesta y a abandonar voluntariamente al convoy donde permanecían atrincherados. Los testigos vieron como familias enteras se bajaban del tren para ser llevadas a un campamento.
Por otra parte, cientos de inmigrantes y refugiados comenzaron a caminar desde la estación de Keleti en Budapest afirmando que van a Austria, según un fotógrafo de Reuters. Los refugiados han optado por iniciar la caminata después de que no les haya sido posible en los últimos días tomar trenes hacia Austria, ya que las autoridades húngaras han cancelado todos los trenes que van desde la capital hacia Europa occidental. Unos 2.000 inmigrantes y refugiados llevan varios días en los alrededores de la estación a la espera de poder subirse a un tren para continuar su camino, después de que las autoridades decidieran esta semana impedirles el acceso.
El campamento de refugiados habilitado en la localidad de Roszke, cerca de la frontera con Serbia, fue escenario ayer de enfrentamientos entre inmigrantes y fuerzas antidisturbios, después de que un grupo tirase abajo una de las vallas. Unos 300 refugiados habían huido de este centro de acogida, aunque la Policía logró devolverles al campamento. Las autoridades húngaras han endurecido las medidas permitiendo incluso a la policía entrar en casas sin permiso con la sospecha de que puedan acoger a un refugiado.
