«Escuché un estruendo y mucha gente se me cayó encima». Así relataba ayer uno de los testigos de un accidente de tren en Buenos Aires el comienzo de lo que resultó ser una gran tragedia. Aún se desconocen las causas del descarrilamiento, que ya está siendo investigado, pero cobra fuerza la hipótesis de un posible fallo en los frenos, que acabó con la vida de al menos 49 personas, entre ellas, un niño.
El siniestro tuvo lugar a las 08,00 horas locales en una de las estaciones más concurridas de la capital argentina, en el barrio Once, y se estima que a bordo del ferrocarril, que había partido de la localidad de Moreno, había cerca de 800 viajeros, de los que más de 600 resultaron heridos de diversa gravedad. Así, al menos 200 de ellos tuvieron que ser trasladados al hospital debido la importancia de sus lesiones.
En cuanto a las causas del accidente, el ministro de Transporte, Juan Pablo Schiavi, que se desplazó inmediatamente al lugar de los hechos, señaló que el convoy entró en la estación a «26 kilómetros por hora» y las primeras investigaciones presuponen que «hubo algún desperfecto con los frenos».
Como consecuencia del impacto con el final del andén, uno de los vagones «entró casi seis metros adentro de la primera formación», explicó Schiavi.
Revisado en el taller
El conductor del tren, que había quedado atrapado, pudo ser rescatado después de media hora de trabajo por parte del personal del SAME y de los Bomberos, que debieron utilizar sierras y otras herramientas.
Además, algunos de los pasajeros también relataron que el ferrocarril parecía ir más rápido de lo normal y que le costaba parar cuando tenía que detenerse en las estaciones del recorrido.
Precisamente, uno de ellos, Esteban, explicó que, cuando entraron en el lugar donde se produjo el accidente, «se notaba al tren más rápido de lo habitual». «De repente, escuché un estruendo y mucha gente se me cayó encima», agregó.
Sin embargo, Rubén Sobrero, el delegado de los trabajadores de la línea Sarmiento -en la que se ha producido el siniestro- afiliados a la Unión Ferroviaria, aseguró que los frenos del tren accidentado fueron revisados la noche antes del accidente «en el taller de la localidad bonaerense de Castelar». «Todo lo que tiene que ver con el sistema de frenos lo habían revisado ayer -por el pasado martes-», subrayó.
En este sentido, apuntó que se debió producir algún «fallo», ya que, aparentemente, el convoy «entró muy rápido» en la estación, porque «si no, es imposible un choque así». «Es muy extraño este accidente», agregó.
Así las cosas, ya se ha abierto una investigación en torno al siniestro, que está a cargo del juzgado federal 11, que dirige Claudio Bonadio, con la actuación del fiscal Federico Delgado.
Tras conocer la noticia, España manifestó al Ejecutivo de Cristina Fernández y al pueblo argentino «sus más sentidas condolencias» por el «trágico» accidente ferroviario. «El Gobierno hace suyos el dolor de las familias y allegados de las víctimas, a los que quiere hacer llegar un mensaje de consuelo en estos momentos difíciles. Asimismo, hace votos por el pronto restablecimiento de los heridos», afirmó el Gabinete patrio, en un comunicado emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.
