La Junta de Castilla y León enviará al Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública un informe sobre las deficiencias en la cobertura de la tecnología 4G y 5G, así como sobre la extensión de la red de fibra óptica o la Televisión Digital Terrestre (TDT) en la Comunidad. Además, ofrece su colaboración económica para acabar con esta situación que considera supone un “agravio” para los ciudadanos del medio rural.
Este martes, el consejero de Movilidad y Transformación Digital, José Luis Sanz Merino, presentó el informe a la Mesa de las Telecomunicaciones, así como su decisión de enviar este informe o mapa de cobertura que en algunos casos analiza la situación en cada núcleo de población. “Somos penúltimos en materia de despliegue de 5G y somos antepenúltimos en despliegue de fibra óptica”, dijo para recordar que el objetivo era llegar a un mínimo de 100 megabits y un máximo de un gigabit.
Según el director general de Telecomunicaciones y Administración Digital, Antonio Ibáñez, el 0,11 por ciento de los castellanos y leoneses aún no tiene 4G en su localidad, esto afecta al once por ciento de los núcleos de población, mientras en 5G el porcentaje de población sin cobertura se eleva al 4,2 por ciento y al 42 por ciento de los poblaciones. En banda ancha fija, un 23 por ciento de los municipios no tienen acceso a fibra óptica, lo que afecta al siete por ciento de la población.
En ese sentido, Sanz Merino insistió en que sigue existiendo una “brecha digital real” en el acceso a la fibra óptica, aunque el Ministerio asegura que tiene cubierto ya “absolutamente todo” el territorio, porque a través de su programa Conecta35, donde no ha llegado con la red fija, utiliza una solución satelital. Sin embargo, señaló que esta opción genera “más dificultades” a la hora de poder acceder a los estudios online o a teletrabajar.
Respecto a la telefonía móvil, aseguró que “realmente” existe un “problema” con el despliegue del 4G y el 5G en la Comunidad y añadió que el informe analiza con detalle la situación en cada núcleo de población.
Hasta 2021, según recordó el consejero, la Junta pudo participar en los planes para acabar con la brecha digital derivada de la falta de fibra óptica, si bien señaló que desde entonces y, con la ayuda de fondos europeos, el Gobierno asumió en solitario estas actuaciones, que por otra parte son de su competencia. De hecho, apuntó que todavía seis de cada diez pueblos en Soria no tienen fibra óptica o tecnología móvil 4G o 5G, y en el caso de Burgos, es un tercio.
“Aquí tenemos un 23 por ciento de la población desconectada o no totalmente conectada, frente al once por ciento de la media nacional”, dijo Sanz Merino para advertir de que así es “muy difícil” cumplir el mandato de la Unión Europea que exige que en 2030 toda la población tenga acceso a un gigabit de fibra óptica y a la tecnología 5G de telefonía móvil.
En cuanto a la TDT, Sanz Merino reclamó financiación al Gobierno para adaptar los centros emisores de la Comunidad al nuevo estándar DVB-T2, que permitirá las emisiones en ultra alta definición. De los 800 existentes, 647 son de titularidad autonómica, por lo que la Junta tendrá que invertir unos 35 millones en los próximos años para cumplir con lo previsto en el nuevo Plan Técnico Nacional de la TDT.
