El festival de Navas de San Antonio pasó con nota muy alta debido a factores determinantes que causaron impactante impresión grata y placentera en el público que llenó el recinto portátil ubicado en los altos de la población, desde donde es posible admirar un bonito panorama serrano. Un año más Navas de San Antonio disfruta de un espectáculo taurino gracias al interés de la corporación municipal que comanda Luis Miguel Pérez con con consenso del vecindario ahora en fiestas.
A ello sumar el buen ambiente, el magnífico juego de los erales de Laureano Municio y las excelentes faenas de los toreros. Todo ello confluente provocó el divertimento y a veces entusiasmo de la concurrencia. Presidió Nicolás Muñoz, teniente de alcalde del Ayuntamiento. Hubo un bonito prolegómeno con el desfile de las “manolas” acompañadas de forma personal por los “quintos” dando vistoso aspecto por su porte y galanura.
LOS NOVILLOS
De la ganadería de Valdespino de la que es titular Laureano Municio, de la localidad segoviana de Torrecaballeros. Dieron magnífico juego en conjunto. Primero premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre; segundo válido, tercero bueno al igual que el cuarto y quinto con una embestida corta pero noble.
LOS toreros
Inició el festejo David Luguillano que se abrió de capa para saludar con lances ajustados a la verónica a un novillo todo raza y con arrancadas prontas y nobles. Media y revolera y primera gran ovación de la tarde.
Doblones y muletazos lentos y templados por el pitón derecho. Cadencia, ritmo y solvencia torera componiendo la figura y gustándose. Un bonito pase del “desdén” dio lugar a una nueva serie plena de clase y ortodoxia. Al natural con la mano muy baja y adelantando el engaño, llevó medida la embestida hasta abrochar con largos pectorales entre el clamor del gentío. Faena artística con exquisiteces matizadas. Toreó David con inspiración y sentimiento. Hubo conato de petición de indulto. Mató de estocada cortando dos orejas. Su noble y bravo antagonista recibió los honores de la vuelta al ruedo en el arrastre.
Jesulín de Ubrique ajustó ocho lances de recibo con media muy ceñida. Y con la flámula comenzó con dos muletazos sentado en el estribo. A media altura llevó toreado al burel, algo corto en la embestida, cumpliendo las tandas con maestría y sin aflojar “los cabos”. Por el pitón izquierdo logró mayor lucimiento a base de técnica y quietud en los embroques. Luego retornó al pitón derecho para cuajar faena “ojedeista” marca de la casa. Estocada entera y una oreja.
Emilio de Frutos, puesto para torear de luces, lanceó ajustado en lances de sencilla ejecución. Intentó el toreo fundamental ante un novillo incierto pero noblote. Momentos de inspiración para ejercer el toreo de verdad, sin fingimientos. Un excelente pase por bajo en forma de media trinchera pusieron vitola de calidad. Un cambio de mano y estiramiento en el toreo en redondo completando buenas series Y llegó una magnífica tanda de naturales, lo mejor de su repertorio. Estocada, dos descabellos y oreja.
José Ramón García “Chechu” estuvo en torero-torero, aplicando aportura, estética, gusto y maniobrando con clase en sus acciones toreras. A pies juntos cuatro lances y abierto el compás otros tantos entre olés.
Excelente toreo en redondo acumulando excelsos momentos de muletazos de largo recorrido, adelantando la muleta y cerrando en la cadera, cánones del toreo. Faena basada en la calidad y deseo de torear siempre en artística y armónica compostura. Chechu, tomó la alternativa en Segovia el 29 de junio de 2008 de manos de José María Manzanares con Cayetano de testigo. Pues bien, este joven madrileño atesora el don de interpretar el toreo de medido concepto, de temple especialmente, valoración importante en este oficio. Bonitos finales muletazos por alto a pies juntos en forma de estatuarios. Estocada atravesada y descabello. Dos orejas.
El novillero madrileño Mario Alcalde evidenció buenas maneras, valor y argumentos válidos para el toreo. Fuertes olés premiando los buenos lances a la verónica. Novillo que bajó el nivel del conjunto, pero que ofreció problemas. Porfía del diestro para arrancar la embestida. Muletazos muy logrados a base de arrimones. Diferentes cambios de terreno y a media faena el novillo comienza a mansear. Estocada tendida y otra certera para una oreja.
