Cuando faltan menos de dos semanas para que se celebren las elecciones generales en Italia, el todavía primer ministro, Mario Monti, acusó ayer a su antecesor en el cargo, Silvio Berlusconi, de intentar comprar votos con promesas imposibles y alertó a los transalpinos al desvelar que «Europa teme» un hipotético regreso de Il Cavaliere al Gobierno.
El dimisionario mandatario, que se presenta a los comicios liderando una coalición centrista, aseguró que el candidato de centro-derecha propone radicales recortes fiscales y la devolución de impuestos introducidos por el Gobierno de Monti y que, según el economista, son «promesas que intentan comprar los votos de los ciudadanos con dinero que pertenece a los italianos».
Asimismo, el excomisario europeo arremetió contra Berlusconi al incidir en que los socios comunitarios «ya han tenido bastante con una Italia que, con su fragilidad política, su incapacidad de decidir y la indisciplina financiera puede poner en peligro» al propio país y a toda la zona euro.
Mientras, los sondeos continúan concediendo la victoria al Partido Demócrata de Pier Luigi Bersani, si bien el Pueblo de la Libertad de Berlusconi avanza conforme se acerca la fecha de las elecciones. No obstante, tanto Bersani como Monti descartan una alianza de Gobierno.
Aplazado
Ajeno a las palabras de su sucesor, Berlusconi volvió a celebrar el aplazamiento de otro juicio que tiene pendiente. Así, el tribunal de Milán que lleva el proceso contra el expremier en el que se le acusa de prostitución con una menor no se celebrará hasta el 4 de marzo, una semana después de los comicios, lo que podría concederle cierta ventaja en las urnas.
El resto de vistas también han sido fijadas en marzo para permitir a Il Cavaliere hacer campaña. El escándalo Bunga-Bunga, por el cual Berlusconi está imputado por prostitución con una menor, fue uno de los factores que aceleraron su dimisión a finales de 2011.
