La asociación «Amigos del Patrimonio» pidió ayer a los tres grupos con representación municipal (PSOE, PP e IU) que colaboren en la búsqueda de fondos para permitir la recuperación del teatro Cervantes como sala multiusos para actividades culturales. Aunque el colectivo coincide con los grupos de la oposición, PP e IU, en que el Ayuntamiento debe retirar las cerchas metálicas que se levantan en el solar por su impacto visual negativo, esta intervención no es, a su juicio, la solución al problema del teatro. «Retirar las cerchas es tan solo un primer paso para el principal objetivo, que es el de construir un edificio que sirva como espacio multiusos para actividades culturales», apuntó el presidente del colectivo, Pedro Montarelo.
Como se sabe, el Ministerio de Fomento abrió a finales de 2011 el proceso para la licitación de las obras de rehabilitación del teatro Cervantes, por un importe de 8,3 millones, y de acuerdo con el proyecto de ejecución redactado por una UTE integrada por varios arquitectos, a los que se abonó unos 280.000 euros por esta tarea. Sin embargo, la licitación no ha llegado a producirse por falta de asignación presupuestaria por parte del Gobierno de la Nación, pese a que el anterior Ejecutivo socialista había comprometido la financiación de las obras al 100%.
Del teatro Cervantes apenas quedan hoy sus muros exteriores, en tanto que el resto del edificio fue demolido en las primeras obras en el solar, destinadas a reforzar la cimentación. Aunque se sacaron moldes de elementos decorativos, caso de los palcos, aquella intervención provocó la desaparición de las pinturas originales que decoraban el techo y la boca del escenario, obra de Lope Tablada Maeso, aunque fueron digitalizadas para su reproducción durante la rehabilitación del inmueble. Montarelo considera que aquella intervención fue un «auténtico atentado contra el patrimonio de la ciudad», asegurando que, una vez que «hemos perdido la singularidad de aquel teatro y solo tenemos un solar con cuatro paredes quizá sea momento de replantear el proyecto, hacer uno nuevo, si se quiere más modesto, de un edificio que, manteniendo los volúmenes, sirviera a la ciudad como espacio cultural multiusos, sin más pretensiones». «Que nadie sueñe con hacer allí un gran palacio de congresos, con que fuera un espacio para cine, teatro y conciertos, una sala cultural polivalente, bastaría», afirmó ayer Montarelo, quien reclamó a los grupos que piensen en buscar fondos para un proyecto «más realista». En opinión del presidente de la asociación, Segovia «ha perdido ya mucho tiempo y dinero» en el teatro Cervantes con planteamientos «excesivamente soñadores y ambiciosos, si se hubiera sido más realista, quizá a estas alturas ya contaríamos con un espacio importante para actividades culturales».
En todo caso, Montarelo lamentó que el Ministerio de Fomento haya echado en el olvido el proyecto del teatro Cervantes. «Una vez que e ha demolido, ya no podemos hablar de rehabilitación, es hacer un edificio nuevo», dice el presidente de «Amigos del Patrimonio» que lamenta, además, que las pinturas de Lope Tablada Maseo sean «irrecuperables» porque «lo de reproducirlas tras ser digitalizadas es un pastiche».
El dato
Lope Tablada. Montarelo lamentó que la ‘demolición’ del teatro haya provocado la desaparición de las pinturas de Lope Tablada Maeso que decoraba el techo del inmueble, que se inauguró en 1923. El techo estaba decorado con una escena de la Música, Artes y Danza. Encima de la boca del escenario el artista pintó una alegoría de la Ciudad de Segovia. Lope Tablada Maeso estudió Arte Decorativo en París en torno a 1896 y a su regreso montó su propio taller de pintura y decoración, llegando a reunir una docena de operarios. Participaba en los actos culturales de la ciudad y fue un activo protagonista en la política municipal de Segovia.
