Tras firmar su mejor arranque de la historia y encadenar una racha de cuatro encuentros consecutivos sin perder, el Viveros Herol Nava recibía la visita de un todopoderoso Barcelona invicto que llegaba al feudo segoviano con el hambre de regresar al liderato de la Liga Plenitude. Un nuevo duelo en el que el equipo de Álvaro Senovilla tenía ante sí una nueva cita con la historia en esa búsqueda por alcanzar su primer triunfo a manos del conjunto azulgrana, pero en la que el sueño deberá esperar porque, de nuevo, David no pudo con Goliat. Así, el Guerreros Naveros se engalanó para la recibir al vigente campeón de Europa que, sin tiempo de presentaciones, demostró desde el pitido inicial porque es una máquina perfecta de ganar y un equipo cercano a la inmortalidad.
Tanto es así que, sin apenas haberse cumplido el minuto cuatro de partido, el equipo de Carlos Ortega ya dominaba con una amplia ventaja en el marcador, en este caso de cuatro goles, que ya sólo fue a más con el paso de los minutos. Comandado bajo un estratosférico Pérez de Vargas bajo palos y a base de transiciones rápidas y la segunda oleada, el Barcelona hizo añicos una frágil defensa navera en la que Mario Nevado fue la única luz ofensiva (5-10).
Una brecha significativa ya en el luminoso que obligó a Álvaro Senovilla a solicitar tiempo muerto cumplido el primer cuarto de hora de juego con el objetivo de buscar una reacción segoviana que, lejos de llegar, vio como el equipo azulgrana, a velocidad de crucero, hurgó aún mas en la herida. El motivo, una exclusión de Nicolás Bonanno que el Barcelona aprovechó a las mil maravillas para dar un nuevo golpe sobre la mesa y ampliar la renta hasta los ocho goles de diferencia (9-17).
Aún así, el Nava no desfalleció en el esfuerzo, siguió picando piedra, pero se topó con un muro llamado Gonzalo Pérez de Vargas. El guardameta toledano, en una nueva actuación inspiradora, se convirtió en la peor pesadilla para un ataque navero incapaz de ver portería durante muchos minutos en pista que, unido a los contragolpes azulgranas, llevaron la renta al descanso con la máxima diferencia en el partido (12-22).
EL NAVA MANTIENE EL ORGULLO
Tras el paso por vestuarios, el Viveros Herol trató de hacer borrón y cuenta nueva, dejando de lado el marcador y tratando de competir de tú a tú a todo un Barcelona que no quitó el pie del acelerador con Domen Makuc y Javier Rodríguez como protagonistas ofensivos. En esas y, con un Viveros Herol en un quiero y no puedo constante, con constantes imprecisiones ofensivas e incapaz de cortar la sangría defensiva, fueron pasando los minutos con el Barcelona sin dar pie al Nava de siquiera recortar distancias.
Y es que, el fondo de armario de la plantilla azulgrana, permitió a Carlos Ortega dar más minutos a los menos habituales ante un Nava tenaz que se chocó una y otra vez de bruces con la realidad. Porque el Barcelona movía el banquillo, pero bajo palos estaba el cerrojo De Vargas que no se cansó de aplicar el halago hasta niveles insospechados de Álvaro Senovilla en la previa al considerarlo “uno de los top-3 guardametas del mundo”.
Mientras, en la portería navera, Yeray Lamariano no se quedaba atrás y, a base de grandes intervenciones, impedía que el Barcelona hiciese aún más daño a un Nava que, con más corazón que cabeza, veía como el Barcelona llevaba la renta hasta una diferencia definitiva de los 14 goles.
De esta manera, el Viveros Herol puso fin a su buena racha de resultados y pasó el trámite lógico frente a un Barcelona insaciable que recuperó el liderato en el Guerreros Naveros en una nueva exhibición del equipo de Carlos Ortega. Una derrota que no empaña el gran arranque liguero del equipo de Álvaro Senovilla que se mantiene en la quinta posición en la clasificación con 7 puntos en su casillero y que buscará el próximo fin de semana regresar a la senda de la victoria. Un nuevo compromiso que llevará al equipo segoviano a visitar tierras aragonesas para enfrentarse ante un Bada Huesca que es colista de la competición y que buscará en su feudo el que sería su primer triunfo de la temporada.
