“El horror, el horror”. Esas son las últimas palabras de la novela ‘El corazón de las tinieblas’, publicada por Joseph Conrad en 1899, la cual ofrece un relato cercano a la invasión al servirse del colonialismo y la violencia humana. En cierta medida, es paradójico cómo, a pesar del paso del tiempo y las experiencias históricas, aún es difícil hacerse una idea del “horror” que implica una guerra, el cual ha llegado a muchas familias ucranianas que, inevitablemente, tienen sus raíces en otros países de Europa y, en consecuencia, también alcanzan Segovia.
Sin embargo, son muchos los actos simbólicos que se han sucedido esta semana para hacer frente a este “horror”. Aunque no puedan devolver a las víctimas y afectados todo lo que han perdido, son muestra de empatía y solidaridad que, en estos casos, llegan a ser muy necesarias. Así, cada vez más balcones de la capital segoviana se visten de azul y amarillo, ya sea con banderas u otros objetos. En suma a ello, las acciones de apoyo están a la orden del día en redes sociales y muchas de ellas se han trasladado a las calles.
Cada gesto cuenta. De esta manera, no se puede pasar por alto el aluvión de referencias en apoyo a Ucrania que tuvieron lugar en las comparsas oficiales que cerraron la programación de festejos carnavaleros de la capital segoviana. A ello se suma la decisión de la Diputación de Segovia de iluminar la fachada del Teatro Juan Bravo con los colores de la bandera ucraniana como muestra de solidaridad, una acción que se repetirá en las noches de los próximos días.
Por otro lado, este jueves, a las 20.00 horas, se pudo escuchar el repique de las campanas de multitud de iglesias segovianas con motivo de una acción solidaria llevada a cabo en ese preciso momento en toda Europa, incluso en Kiev, capital y mayor ciudad de Ucrania. Una iniciativa llevada a cabo cuando se cumplía una semana desde el inicio de la invasión, la cual está previsto que se repita durante las próximas semanas si el conflicto bélico no cesa.
