Ha pasado mucho tiempo, pero ahí está otra vez». Jaime Campuzano de la Paz, residente en Bilbao, miraba ayer, entre embelesado y orgulloso, la placa que instantes antes acababa de descubrir, junto con el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes (PSOE), en la fachada de la Casa de Andrés Laguna. Para este bilbaíno, orgulloso de sus raíces segovianas, el de ayer fue un «acto de desagravio» y, a la vez, de homenaje a los hermanos de su madre, Maruja de la Paz Orduña. En la placa, el nombre de sus tíos, los capitales de Artillería Miguel y Federico de la Paz Orduña, fallecidos en julio de 1921 en la Guerra de África (1911-1927), tras unos episodios que demostraron su heroicidad y el amor fraternal que se profesaban.
Lo cierto es que Segovia se reconcilió ayer con dos segovianos que, según destacó Arahuetes, «dieron su vida por España». Y lo hizo, a través de un sencillo acto de homenaje y recuerdo que, al mismo tiempo «nos hace recuperar parte de la memoria histórica de esta ciudad», añadió el alcalde.
Al acto acudió una amplia representación de la familia De la Paz Orduña, llegados de Madrid, Bilbao o Alicante, a los que arroparon varios concejales del Gobierno municipal socialista y de la oposición, como Luis Peñalosa (IU) y Juan Antonio Folgado y Azucena Suárez, del PP.
El empeño de la familia y, particularmente, del sobrino de los dos militares, ha logrado que el Ayuntamiento subsane su error y reponga una placa que, de forma inexplicable, desapareció hace más de dos décadas, cuando se rehabilitó la Casa de Andrés Laguna.
Lápida en 1923
Los segovianos Miguel y Federico de La Paz Orduña, fallecieron en Annual e Igueriben, a la edad de 30 y 29 años. Conocido el fallecimiento de los hermanos, que fueron alumnos de la Academia de Artillería, el Ayuntamiento de Segovia decidió, a propuesta del entonces alcalde de la ciudad, Felipe Álvarez, dar el nombre de los hermanos La Paz Orduña a la calle del Sol. El regidor decidió además que la lápida que anunciara el nuevo nombre a la calle, se colocara en la fachada de la casa en que nacieron.
El acto oficial de descubrimiento de la placa por parte de las autoridades tuvo lugar el 5 de diciembre de 1923. Sin embargo, por motivos desconocidos, con las obras de rehabilitación de la Casa de Andrés Laguna, hace dos décadas, la placa acabó entre los escombros de la obra. Sin embargo, una persona, de la que se desconoce su identidad, la recuperó y la guardó hasta la fecha en que se ha restaurado y vuelto a reponer en su lugar de origen ante la petición de la familia.
«Nos dijeron que había una placa que había desaparecido hace veintitantos años, recabamos información y decidimos recuperarla y volver a ponerla donde siempre había estado», comentó ayer Arahuetes. Luego se comprobó, de acuerdo con el alcalde, que la calle fue cambiada de nombre en 1990 por el de Judería Vieja por un acuerdo de pleno.
